Baitoa vive calvario por falta de agua
SANTIAGO, RD.- Moradores de localidades del distrito municipal Tavera, en la provincia La Vega, y del municipio Baitoa de Santiago, marcharon hasta las compuertas de la Presa Tavera para reclamar la construcción de un acueducto múltiple que abastezca del líquido a sus comunidades.
Durante la manifestación, varios dirigentes comunitarios, entre ellos el sacerdote Saulio Santiago, párroco de Baitoa, y el padre y activista Rogelio Cruz emularon el calvario que viven decenas de localidades hace varias décadas, debido a la falta del líquido, simbolizando una crucifixión. A pesar de tener las aguas bordeando sus localidades, “la gente carece de un servicio digno’’, dijo Pedro Ángel Estévez, residente en Baitoa, por lo que expresaron su indignación debido a los años que tienen reclamando la construcción de un acueducto que, según reseñan, no ha pasado de ser una promesa.
Manifestación
La marcha impidió el tránsito por la carretera que conduce al embalse de la presa de Tavera, desde el cual se abastecen todos los acueductos del Cibao central y su fuente, el río Yaque del Norte, que irriga miles de plantaciones agrícolas y produce energía eléctrica. La falta de agua obliga a las comunidades afectadas a comprar camiones cisterna y botellones de agua, lo que implica un gasto económico difícil de solventar. La protesta estuvo organizada por la Unión de Organizaciones Comunitarias de Baitoa, que integra a más de 20 colectivos sociales, entre juntas de vecinos y sindicatos del transporte; además del Comité Pro Construcción Acueducto y la Asociación Municipal de Desarrollo de Baitoa.
“El acueducto hay que ampliarlo, porque la que nos llega, llega sucia y es un solo chorrito’’, dice Miledy Núñez, residente en Baitoa, quien al igual que otras amas de casa han vivido en carne propia las dificultades que genera no contar con este servicio.
Una larga lucha para que construyan acueducto
El municipio Baitoa paralizó sus actividades de transporte y comercio hasta el mediodía, en apoyo al reclamo.
Las comunidades afectadas por la falta de agua han librado una lucha persistente para sensibilizar a las autoridades sobre la urgencia de tener el preciado líquido. Esto ha incluido visita a los funcionarios del gobierno, paralizaciones y marchas, entre otras actividades.