«¿Dar lecciones a Ucrania?»: Macron responde a una pregunta incómoda sobre corrupción

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó que corresponde a las autoridades ucranianas gestionar los casos de corrupción y tomar decisiones de forma soberana al respecto, aunque su país, aseguró, mantiene una estricta vigilancia sobre el uso de la ayuda concedida a Ucrania.

Hablando este lunes en una rueda de prensa conjunta con el líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, el mandatario francés contestó a una pregunta sobre el reciente megaescándalo de corrupción en Kiev y cómo podría afectar la posición ucraniana en las negociaciones de paz.

«En lo que respecta a las cuestiones de corrupción, dejaré que el presidente Zelenski responda, nosotros estamos muy vigilantes», reaccionó el presidente francés.

Macron insistió en que «las decisiones que debían tomarse se han tomado, de manera soberana, por los responsables ucranianos» y que las instituciones encargadas de combatir la corrupción en Ucrania «han sido creadas, reforzadas y realizan su trabajo con libertad», ya que se han abierto investigaciones y adoptado medidas políticas en ese ámbito.

«¿Es nuestro papel dar lecciones a Ucrania? En realidad no, ya que nosotros también hemos tenido escándalos de este tipo», resaltó antes de señalar que «una democracia debe honrarse sabiendo resolver [los casos de corrupción] con una Justicia independiente y sabiendo perseguir a todos los responsables, sean quienes sean».

Al mismo tiempo, justificó el seguimiento estricto de los fondos destinados a Kiev, en particular los vinculados al campo bélico.

«Como damos dinero, como apoyamos un esfuerzo de guerra, es normal que seamos exigentes, que vigilemos esto.

Así que se rinden cuentas», aseguró.

Escándalo

A principios de noviembre, la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) empezó a revelar detalles de la trama en el sector energético de Ucrania, al anunciar cinco detenciones vinculadas al caso y señalar —sin dar nombres— que otros siete sospechosos habían recibido las respectivas notificaciones legales.

Las indagaciones revelaron que los contratistas de la compañía estatal de energía atómica Energoátom, en pleno conflicto militar, se vieron obligados a pagar comisiones ilegales de entre el 10 % y el 15 % sobre el valor de los contratos, bajo amenaza de bloqueo de pagos y pérdida de la condición de proveedor.

En pleno desarrollo del escándalo, que afecta al entorno cercano del líder del régimen de Kiev, el jefe de la Oficina de Vladímir Zelenski, Andréi Yermak, renunció el pasado viernes después de que agencias anticorrupción registraran su casa.

Creada en 2015 a petición de los socios occidentales de Ucrania y del Fondo Monetario Internacional, la NABU se habría convertido en un estorbo para el líder del régimen de Kiev, quien en julio de este año intentó desmantelarla junto a otra institución, la Fiscalía Especial Anticorrupción (SAP).