Trump y Kim avanzan hacia una inconcreta desnuclearización de Corea del Norte
El suspense ha protagonizado las primeras horas de la cumbre histórica que ha reunido al presidente de EE.UU., Donald Trump, y al líder norcoreano, Kim Jong Un en Singapur. Tras el encuentro entre ambos mandatarios de cuarenta minutos a solas (con traductores) y un almuerzo de ambas delegaciones para negociar los términos de la nueva relación que debe marcar el inicio del fin del programa nuclear de Corea del Norte, el mandatario estadounidense ha declarado que el proceso de desnuclearización de este país empezará “muy rápidamente”, aunque no ha especificado ni cuándo ni cómo.
El inquilino de la Casa Blanca ha realizado este anuncio durante la firma de una declaración conjunta que ha definido como un documento “bastante completo”, y ha subrayado que ambos líderes “hemos desarrollado un vínculo muy especial”. Una afirmación que pareció compartir Kim Jong Un, quien señaló que esta cumbre “traerá un enorme cambio al mundo”.
Una afirmación que han escenificado con un apretón de manos al término de la reunión, en el mismo escenario en el que se habían encontrado cinco horas antes, con varias banderas de los dos países como telón de fondo.
La firma de este acuerdo, cuyo contenido se desconoce por el momento, pone punto final a una jornada histórica que había empezado a las nueve de la mañana con un histórico apretón de manos entre Trump y Kim en el hotel Capella, en la isla Sentosa. Un acto que ha quedado para la posterioridad y que fue seguido por una reunión a solas de algo más de 45 minutos entre los dos líderes. Un encuentro que el presidente estadounidense no vaciló en declarar que había ido “mejor de lo esperado”.
Una afirmación que el inquilino de la Casa Blanca ratificó tras el almuerzo y tres horas y media de reuniones. “La reunión ha sido realmente fantástica. Ha habido muchos avances. Lo máximo. Mejor de lo que nadie podría haber esperado”, dijo en unas breves declaraciones a la prensa durante su paseo con Kim.
Con anterioridad, Kim Jong Un había recordado la tradicional hostilidad entre ambos países y las dificultades atravesadas hasta celebrar el encuentro, durante un cara a cara que mantuvieron ambos mandatarios al inicio de la cumbre. “No ha sido fácil llegar hasta aquí. Las viejas malas prácticas y los prejuicios han tapado nuestros ojos y oídos y han obstaculizado nuestro camino, pero hemos logrado superar todo eso para llegar hasta aquí”, comentó el líder norcoreano.