Acceso de la mujer política a la toma de decisiones
Por. Liza Collado
La participación en escenarios de poder y toma de decisiones es la intervención que hacemos las mujeres como actoras sociales y/o políticas en forma individual o colectiva, expresando nuestros intereses, expectativas y demandas en esferas públicas y privadas; ejerciendo derechos y aportando a la construcción de la nación y al proyecto de sociedad que se pretende desarrollar.
El empoderamiento político de la mujer puede ser observado mediante su acceso a los puestos de toma de decisiones. Las voces de las mujeres en los espacios de participación y decisión permiten transformar las maneras históricas de hacer política, incidiendo en la construcción de una sociedad más justa, equitativa e incluyente procurando la disminución de las desigualdades de oportunidades entre hombres y mujeres.
El tema de la equidad de género es un reto, sobre todo en este momento coyuntural e importante de nuestra vida nacional. Las mujeres debemos dejar sentadas públicamente cuales son nuestras posiciones, para que en el panorama político se introduzcan los elementos necesarios que aseguren una participación sustancialmente más protagónica en los procesos electorales internos de los partidos.
En el marco de un estado verdaderamente democrático es imperativo potenciar el papel de la mujer, pues estamos ante el reto de encarar los grandes obstáculos socioculturales que nos impiden mayores niveles de participación. Soy de las que cree firmemente que la meta no es apoyar la elección de una mujer a una posición pública y de responsabilidad social por el simple hecho de ser mujer, sino que es fundamental tomar en cuenta la formación, capacidad, responsabilidad, su ética y coherencia y el respeto de la dignidad y los derechos humanos que esta pueda exhibir.
Don Juan sostenía que en la medida en que la mujer cobra mayor conciencia política, en esa misma medida está preparada para liberarse, no del hombre si no de la sociedad injusta en que vive. Cuando las mujeres adquieren conciencia política han alcanzado el nivel de desarrollo más alto.
Hay una cantidad impresionante de mujeres en nuestra sociedad con las referidas cualidades, a quienes tenemos el compromiso de empoderarlas, fortalecerlas y hacerlas conscientes de sus cualidades para que no se limiten solo a la vida familiar. Necesitamos miles de mujeres en la vida pública y en puestos de alta responsabilidad, para que las políticas públicas que se implementen sean más certeras, sanas, humanizantes y eficaces.
La presencia de las mujeres no solamente debe asumirse en los gobiernos, partidos e instituciones, sino que debe ir más allá de la política y afectar también a organismos de tanto poder como los judiciales. Mediante la incorporación femenina a estos puestos se vería como los partidos responden a las crecientes demandas de igualdad de oportunidades efectivas y de democratización interna de sus organizaciones, por parte del electorado y la comunidad política en general.