Julian Alaphilippe capitalizó su habilidad para los descensos para llevarse el martes la victoria en una alocada 16ta etapa del Tour de Francia, que fue brevemente interrumpida cuando la policía empleó gas lacrimógeno para dispersar una protesta de granjeros que bloquearon la ruta con fardos de heno.
La clasificación general sigue intacta. Geraint Thomas, con la casaca amarilla, el segundo Chris Froome y el tercero Tom Dumoulin cruzaron la meta al unísono, todos con un retraso de 8 minutos y 52 segundos.
Thomas mantiene una diferencia de 1 minuto y 39 segundos sobre Froome, el cuatro veces campeón del Tour y su compañero en el equipo Sky. Dumoulin está 1:50 detrás.
Alaphillipe se fue al frente cuando Adam Yates se estrelló en un descenso en la llegada.
“Sabía que el final era traicionero”, dijo Alaphilippe. “Estoy triste por él (Yates) pero es algo que pudo pasarme a mí porque tomé muchos riesgos. Lo dejé todo en los 220 kilómetros hoy, estoy exhausto”.
Previo, en el descenso del Col de Portet-d’Aspet, el belga Philippe Gilbert se estrelló al chocar contra un muro y su bicicleta voló, pero sin sufrir una grave lesión. Fue el mismo descenso en donde el italiano Fabio Casartelli se mató en el Tour de 1995.
Gilbert, el campeón mundial en 2012 y compañero de Alaphilippe en el equipo Quick-Step, recibió tratamiento por unos rasguños en su brazo izquierdo tras subirse a su bicicleta.
El francés Alaphilippe también ganó la décima etapa y ostenta la casaca de lunares rojos para el líder de la clasificación de montaña.
La protesta de los granjeros se produjo en el kilómetro 30 del trayecto de 218 kilómetros (135 millas) entre Carcasona y Bagneres De-Luchon.
Thomas, Froome, el campeón mundial Peter Sagan y otros corredores recibieron gotas de agua por los efectos del gas lacrimógeno durante un atraso de 15 minutos.
El pequeño grupo de granjeros en el departamento de Ariege se manifestaban contra un recorte de financiamiento de la Unión Europa, de acuerdo con versiones de medios franceses.
“No vamos a encerrar a los ciclistas en un estadio o en una cancha de tenis”, dijo el director del Tour Christian Prudhomme. “La gente no debe bloquear el ruta sin importar la causa”.
Fue la primera de tres etapas de montaña en los Pirineos previo al final el domingo en París.
La etapa del miércoles promete ser la más exigente de toda la carrera: un tramo de 65 kilómetros entre Bagneres-De Luchon y Saint-Lary-Soulan Col du Portet que incluirá tres brutales ascensos, incluyendo un final cuesta arriba, y casi sin tramo en terreno plano.