David E. Kelly, creador de Big Little Lies y Nine Perfect Strangers, regresa con Anatomy of a Scandal, un nuevo thriller protagonizado por Sienna Miller y basado en una de las novelas de intriga mejor vendidas alrededor del mundo.
La miniserie de Netflix de seis partes se desarrolla en Londres y se centra en un hombre que es miembro del parlamento, James Whitehouse, que engaña a su esposa, Sophie (Miller), con una mujer más joven que forma parte de su equipo.
Eventualmente, James le cuenta todo a su esposa y cree que ese es el fin del tema, pero todo se complica cuando él es acusado de violación y es llevado a juicio, que se convierte en el tema más comentado en los medios y amenaza con destruir su reputación, su relación y la vida de su familia.
James debe probar su inocencia, pero del otro lado está una fiscal que está convencida de que es culpable y está dispuesta a hacer todo lo posible por hacer que pague por su crimen. ¿Quién dice la verdad? Eso es lo que la serie intenta revelar con cada capítulo.
¿Por qué hay que ver Anatomy of a Scandal?
Su equipo y reparto
Lo primero que hay que saber es que la serie fue co-creada por David E. Kelle, creador de series como Big Little Lies y The Undoing (ambas con misterios que se van revelando poco a poco, y con giros inesperados al final) y Melissa James Gibson, quien fue productora de House of Cards y guionista de la serie de espías The Americans.
Además de un gran equipo creativo, la serie tiene un reparto lleno de buenos actores. Rupert Friend, de Hitman y Young Victoria, y Sienna Miller, de American Sniper, están en el centro de todo, pero también tenemos a Michelle Dockery, de Downton Abbey y The Gentlemen, como una fiscal decidida, y a Naomi Scott, de Aladdin y Charlie’s Angels, como uno de los personajes involucrados en el caso.
Todos ellos giran alrededor del caso de violación y secretos que se desarrolla a lo largo de la serie y va cambiando la percepción que tienes de los personajes y su papel.
Supuestamente, esta miniserie es la primera parte de lo que será una antología que mostrará varios casos criminales.
Se basa en una novela popular
La serie, como muchas otras de las mejores de Netflix (como The Stranger, El Inocente y Shadow and Bone) está basada en una novela, escrita por Sarah Vaughan, que llegó a la lista de los Best Sellers del New York Times.
Vaughan es famosa por sus libros de intriga y misterio, y en este caso se inspiró en una serie de experiencias personales.
Un thriller con temática social
© IMDb Anatomy of a Scandal
La historia de esta serie tiene que ver con la percepción de los hechos, con la forma en la que se trata a las víctimas en casos de abuso y el efecto que el poder y el privilegio tienen en el resultado de todo tipo de juicios (ya sea legales o de opinión)
Por un lado, tenemos a un hombre poderoso acusado de un crimen terrible, por el otro a una víctima que debe luchar contra el sistema y arriesgarse a que su nombre y su cara aparezca en los medios con tal de obtener justicia.
Pero no solo eso, también habla sobre lo fácil que es torcer la verdad para jugar a favor o en contra de alguien, toca el tema de la infidelidad y la confianza en las relaciones, los prejuicios y la lucha por la justicia.
Hay que saber que la calificación en Rotten Tomatoes está lejos de ser perfecta, pero eso ya ha pasado antes con series de David E. Kelly, que los críticos odian, pero los fans aman o al menos disfrutan de principio a fin.
¿Anatomy of a Scandal es una historia real?
Técnicamente, la serie no se basa en un caso real en concreto, sino en varios eventos y casos. Sarah Vaughan fue corresponsal de la corte y periodista política, y ella ha dicho en varias ocasiones que creó la historia tomando como referencia varias experiencias que tuvo a lo largo de su carrera.
“Aunque los tribunales y las investigaciones de asesinatos me ayudaron a escribir un thriller, fue al convertirme en corresponsal político que me volví aún más consciente del poder, los privilegios y los derechos, todos los temas en el corazón de Anatomía de un escándalo… También vi cómo los escándalos sexuales que involucraban a políticos se disolvieron y se acabaron”, dijo Vaughan.
Un caso con el que se ha comparado es con el del actual primer ministro Boris Johnson, quien tuvo sus propios escándalos sexuales, o incluso el caso de las acusaciones en contra del Príncipe Andrew, en relación con el caso de Jeffrey Epstein, aunque ninguno de los dos se desarrolla de la misma forma que el caso del libro y la serie.