ATENCIÓN: Síndrome del corazón en vacaciones
Ahora que se acercan las Navidades y el fin del año, también se incrementa el número de celebraciones y de atracones, tanto de comida como de bebida. De ahí que coja protagonismo de nuevo el síndrome del corazón en vacaciones.
Este síndrome es una patología que fue descrita hace relativamente poco, en el año 1978. Consiste en una alteración del funcionamiento cardíaco que se relaciona con grandes ingestas de alcohol en poco tiempo.
La primera vez que se diagnosticó el síndrome del corazón en vacaciones fue justamente en esta época del año. Sin embargo, se han visto muchos casos en verano, especialmente en jóvenes que no tenían ninguna enfermedad cardíaca previa.
Se estima que este síndrome produce un gran porcentaje de las arritmias cardíacas. De hecho, se ha demostrado que el día de Navidad es el día con más muertes por fallo cardíaco al año. Por ello, en este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre el síndrome del corazón en vacaciones.
¿En qué consiste el síndrome del corazón en vacaciones?
Como bien sabemos, el corazón es uno de los órganos más importantes de nuestro cuerpo. Se encarga de bombear la sangre para que llegue a todas las partes de nuestro organismo y las células consigan el oxígeno que necesitan para vivir.
Para que esto ocurra, el corazón late de manera rítmica y continua. El hecho de que haya un ritmo constante permite que las cavidades del corazón se llenen correctamente de sangre. La sangre luego es impulsada con la fuerza adecuada.
Lo que ocurre en el síndrome del corazón en vacaciones es que se produce una arritmia. Generalmente se genera en una de las aurículas, que son las cavidades superiores del corazón. El ritmo se incrementa, y se producen más latidos por minuto.
La causa de este síndrome es la ingesta de alcohol en grandes cantidades y en poco tiempo. Por ejemplo, en días festivos concretos como el día de Navidad o de Año Nuevo. Son días donde la gente tiende a beber mucho más de la cuenta.
Además, el corazón de vacaciones afecta a personas jóvenes y sanas. No se conoce exactamente el mecanismo por el que el alcohol produce esta respuesta. Parece ser que, relacionado con el entorno festivo, libera adrenalina y noradrenalina que aceleran el ritmo cardiaco.
¿Cuáles son los síntomas del corazón en vacaciones?
Como ya hemos mencionado, el síndrome del corazón en vacaciones puede afectar a cualquier persona. No obstante, se relaciona más con personas jóvenes, sanas y sin ninguna enfermedad cardíaca previa.
Al tratarse de una arritmia, el síntoma más frecuente son las palpitaciones. Hay una sensación de que el corazón late más fuerte y más rápido de lo normal. A su vez, puede acompañarse de dolor torácico y de falta de aire.
Es común que las personas que lo sufren se mareen, lo cual puede llevar a una caída o desmayo. La mayoría de los síntomas desaparecen una vez nuestro organismo ha sido capaz de metabolizar todo el alcohol que se ha ingerido.
Sin embargo, aunque sea un patrón de paciente muy concreto y exista la posibilidad de que los síntomas sean temporales, es necesario observar médicamente a quien lo padece. En algunas ocasiones, las arritmias pueden poner en peligro la vida del paciente.
¿Se puede evitar esta situación?
El síndrome del corazón de vacaciones solo aparece si ha habido una ingesta excesiva de alcohol en poco tiempo. Por ello, la primera medida para evitarlo es no consumir alcohol. En el caso de hacerlo, es importante ser conscientes y proceder a un consumo moderado.
Es vital informar a los jóvenes de la existencia de este síndrome. Muchos de ellos ignoran la toxicidad del alcohol y los efectos tan negativos que puede tener. Además, relacionan las enfermedades cardíacas con tener una mayor edad.
Por otra parte, hay que destacar que estos excesos de alcohol suelen darse en planes como barbacoas, cenas o comidas, en las que también se ingieren muchas cantidades de comida. Estas comidas suelen ser alimentos dulces o con mucha grasa.
Este tipo de alimentación provoca un sobreesfuerzo ya de por sí a nuestro corazón. Por esta razón, especialmente en verano, debemos vigilar no sólo el alcohol que tomamos, si no también la dieta. Y, por supuesto, evitar cualquier otro tipo de droga.