Austria y Alemania esperan pactar con Italia el cierre de la ruta del Mediterráneo
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Austria y Alemania esperan pactar con Italia el cierre de la ruta del Mediterráneo
La ruta migratoria del Mediterráneo Central tiene los días contados si los deseos de Alemania y Austria acaban cumpliéndose. Ambos países anunciaron este jueves en Viena que quieren pactar con Italia la próxima semana el cierre de “la ruta migratoria del Mediterráneo”, pero, por otra parte, amenazaron con tomar “medidas” en caso de que Roma y Atenas no acepten devoluciones de aquellos solicitantes de asilo que hayan sido rechazados por Berlín en la frontera austro-alemana.
El anuncio llegó después de un encuentro entre el canciller austríaco, el ultraconservador Sebastian Kurz, y el ministro alemán de Interior, Horst Seehofer, tras la inquietud que generaron en Viena los planes germanos para crear “centros de tránsito” en la frontera entre ambos países.
Austria y Alemania amenazan a Italia y Grecia a que acepten las devoluciones de solicitantes de asilo
Seehofer anunció a la prensa que, antes del Consejo informal de ministros de Interior de la Unión Europea los próximos días 12 y 13 en la ciudad austríaca de Innsbruck, habrá una reunión de los representantes de Alemania, Austria e Italia sobre “cómo cerrar la ruta sur de los inmigrantes”.
El conservador Kurz agregó que “el objetivo” será “establecer medidas para cerrar la ruta del Mediterráneo, es decir, asegurar que se detenga la inmigración ilegal a Europa por esa ruta”.
De cumplirse el cierre definitivo de la vía del Mediterráneo Central,que une Libia e Italia, y habiendo parado casi por completo la entrada de migrantes por Grecia desde Turquía con el acuerdo firmado entre la UE y Ankara en marzo de 2016; a las personas que quieran llegar a Europar de forma clandestina les quedará como última opción laruta migratoria del Mediterráneo occidental, entre Marruecos (o Algeria) y España, convertida en la más peligrosa del mundo en los últimos meses.
Viena amenazó esta semana con endurecer los controles fronterizos con sus vecinos del sur -Italia y Eslovenia- si Alemania comenzaba a devolver a Austria a solicitantes de asilo que fueran rechazados por los países de la UE por los que entraron en el continente.
Según las normas de la UE -el conocido como Reglamento de Dublín- las peticiones de asilo deben presentarse en el primer país por el que se llega a los Veintiocho, lo que en la actual crisis afecta de forma desproporcionada a Italia y Grecia. Hasta el momento la norma no se aplicaba con rigidez, pero el nuevo pacto sellado el lunes entre Seehofer y la canciller alemana, Angela Merkel, dicta que el Gobierno alemán establecerá centros de tránsito en la frontera entre Alemania y Austria para los solicitantes de asilo que ya estén registrados en otro país de la Unión Europea y serán enviadas de vuelta a dichos países.
Peligro de efecto dominó contra Schengen
Kurz acordó con Seehofer que no se tomarían medidas unilaterales por parte de Alemania, lo que podría desencadenar un efecto dominó que amenazase la libre circulación del espacio Schengen. Además, el ministro de Interior alemán, que esta semana se ha salido con la suya al sellar con la canciller alemana el mencionado acuerdo migratorio a medida de sus demandas, ha prometido al mandatario austríaco que no se expulsará a la república alpina a los solicitantes de asilo rechazados en la frontera austro-alemana.
Por el contrario, Seehofer precisó que los rechazados serían trasladados directamente a Italia y Grecia, los países miembros que albergan el mayor número de migrantes, y que Austria “no tendrá que hacerse cargo de solicitantes de asilo de los que no era ya responsable”. “Ni ahora ni en el futuro vamos a hacer a Austria responsable de las obligaciones de Grecia e Italia”, afirmó el ministro alemán. Ambos países llevan años pidiendo que los demás miembros de la Unión Europea asuman la responsabilidad de dar cobijo a las personas que llegan a orillas europeas.
Horst Seehofer
Ni ahora ni en el futuro vamos a hacer a Austria responsable de las obligaciones de Grecia e Italia”
Y para que esos traslados sean posibles, según Seehofer, Berlín negociará acuerdos especiales con Atenas y Roma para que acepten la devolución de demandantes de asilo que llegaron a Europa a través de su territorio.
El político alemán reconoció que “las conversaciones” con los Ejecutivos de Grecia e Italia sobre este asunto “serán difíciles”, y que “por su complejidad y envergadura” seguramente deberán ser llevadas a cabo a nivel de jefes de Gobierno.
Pulso contra la inmigración en Alemania
El líder de la conservadora Unión Socialcristiana (CSU) de Baviera ha lanzado un pulso a la canciller, Angela Merkel, para endurecer las políticas migratorias en Alemania que a punto estuvo de hacer caer al Ejecutivo alemán.
La llegada de inmigrantes a la UE ha centrado el debate político en Europa en las últimas semanas pese a que el flujo de refugiados ha bajado de más de un millón en 2015 a unos 46.000 en los primeros seis meses del año.
Seehofer reconoció la dificultad de lograr estos acuerdos de devolución y recordó que por el momento sólo dos países -Grecia y España- han confirmado a Merkel su disposición a hablar.
En caso de que Italia y Grecia, los países por los que más inmigrantes y refugiados llegan a Europa, no quisieran cerrar acuerdos de devolución, Austria y Alemania amenazaron con tomar medidas para hacer cumplir la normativa comunitaria. “Si no se consigue (acuerdos con Grecia e Italia), entonces, naturalmente, tanto Alemania como Austria tendrán que aplicar medidas que de facto deben imponer lo que en realidad debería ser ley comunitaria”, sostuvo Kurz.