Boko Haram provoca un nuevo éxodo en Nigeria
Unas 30.000 personas huyeron en los últimos dos días de la localidad de Rann, en el norte de Nigeria, en dirección al vecino Camerún, presionadas por el avance del grupo yihadista Boko Haram, según anunció Acnur. A este éxodo se suma el de otras 6.000 personas que se dirigieron a Chad en las primeras semanas de enero.
Rann está justo en la frontera entre Nigeria y Camerún, y al parecer una retirada parcial, el pasado domingo, de las tropas camerunesas que combaten a Boko Haram en territorio nigeriano provocó el pánico general. Un contingente de Camerún se había desplegado en la zona fronteriza después de un cruento ataque de los yihadistas el 14 de enero, que causó 14 muertos. En esa acción, Boko Haram asaltó una guarnición y prendió fuego a la localidad, donde se refugiaban más de 35.000 desplazados.
“Con más de 250.000 niños, mujeres y hombres ya antes desplazados en el noreste de Nigeria, el aumento de los ataques contra civiles está forzando a miles de personas a correr por sus vidas cada día”, subrayó en Ginebra el portavoz de Acnur, Babar Baloch, quien añadió que “mujeres adolescentes y ancianas, así como trabajadores humanitarios, siguen llevándose la peor parte de esta escalada de la violencia”.
En la zona en torno al lago Chad (Nigeria, Chad, Camerún) se calcula que hay unos 2,5 millones de desplazados, incluidos 1,8 millones en el interior de Nigeria.
El lunes, los yihadistas degollaron a cuatro civiles y secuestraron a otros dos en Maiduguri, la capital del estado de Borno, que es el que más sufre el embate de Boko Haram. Las víctimas eran originarias de la localidad de Molai, cuyos habitantes recibieron un aviso de los guerrilleros informando de la masacre. “Nos dijeron que fuéramos a buscar los restos de nuestros hermanos”, dijo un testigo a la agencia Afp. Agricultores, pescadores, gente que acude al bosque a cortar leña son sistemáticamente atacados por los yihadistas bajo el pretexto de que pasan información al ejército sobre su ubicación.
Nigeria se enfrenta a dos organizaciones después de la división que se produjo en Boko Haram en el 2016, aparentemente por diferencias ideológicas. Abubakar Shekau había jurado lealtad al Estado Islámico y al califa Abu Bakr el Bagdadi, pero éste optó por reconocer a la facción de Abu Musab al Barnaui, cuyo grupo recibe ahora el nombre de Estado Islámico de África Occidental. Mientras Shekau sigue dedicándose a los ataques suicidas y el asesinato indiscriminado de civiles, Al Barnaui se centra en hostigar al ejército y en atacar intereses del Gobierno, según un esquema tradicional de guerrilla, coherente con los nuevos postulados del Estado Islámico, tendentes a recuperar la confianza de la población civil.