Comienza en Francia el juicio sobre el homicidio de sacerdote durante un ataque yihadista
El juicio sobre el asesinato del sacerdote Jacques Hamel, degollado en plena misa en 2016 en el noroeste de Francia, comenzó este lunes en París con el entorno de los atacantes yihadistas, abatidos por la policía, en el banquillo y muchas interrogantes.
El ataque perpetrado en plena oleada de atentados en Europa, mientras una coalición internacional luchaba contra los yihadistas en Siria e Irak, tuvo como objetivo por primera vez en suelo europeo a un sacerdote dentro de una iglesia, un homicidio que dio la vuelta al mundo.
Tras el ataque, la policía abatió a Abdel Kermiche y Abdel-Malik Petitjean -yihadistas de 19 años que se reivindicaron del grupo Estado Islámico (EI)- cuando salían de la iglesia de Saint-Etienne-du-Rouvray, cerca de la ciudad de Ruán (noroeste), el 26 de julio de 2016.
De esta forma la justicia juzga a Jean-Philippe Jean Louis, Farid Khelil y Yassine Sebaihia por «asociación de malhechores terrorista», acusados de conocer el proyecto de atentado, de compartir la ideología de los atacantes o de haber intentado viajar a Siria.
El gran ausente es el presunto instigador del homicidio, Rachid Kassim, juzgado en rebeldía por complicidad del asesinato del sacerdote y «haber alentado y facilitado» el ataque. El propagandista francés del Estado Islámico murió aparentemente en un bombardeo en Irak en 2017.
A pesar de ello, las víctimas y sus allegados esperan que las cuatro semanas de juicio permitan «comprender» qué ocurrió. «Comprender quiénes eran los autores» y sus motivos, según Christian Saint-Palais, abogado de las hermanas del sacerdote francés.
Rosaline y Chantal expresaron su deseo de saber por qué atacaron a su hermano, a quien definieron como «un hombre de paz», y si el sistema de prevención falló, ya que uno de los atacantes estaba obligado a portar una pulsera electrónica en el momento del atentado tras haber intentado viajar a Siria.
«Este atentado podría haberse evitado si la investigación de los vínculos encontrados después (entre los acusados y los atacantes) se hubiera realizado a fondo», aseguró a la prensa Roseline Hamel, al inicio del juicio.
Por otro lado el abogado de Jean-Philippe Jean Louis, Béranger Tourné afirmo que a los tres acusados se les intenta vincular artificialmente al atentado, aunque a la acusación describe a su cliente de 25 años, como una persona «muy activa» en las redes yihadistas.
Farid Khelil, primo de Abdel-Malik Petitjean y en contacto con Rachid Kassim mediante el sistema de mensajería Telegram, habría apoyado el deseo de su primo de actuar. Pero según su letrado Simon Clemenceau, este hombre de 36 años «no estaba para nada al corriente».
Respecto a Yassine Sebaihia, de 27 años y que había visitado brevemente a los dos atacantes en Saint-Etienne-du-Rouvray el 24 de julio antes de volver a Toulouse (sur), «no sabía lo que se estaba preparando», según su abogada, Katy Mira.
El caso del sacerdote Hamel conmocionó en su momento a la Iglesia católica y tras unos meses el Papa Francisco calificó al sacerdote como un «mártir», mientras que el Vaticano inició un proceso de beatificación, todavía en curso.