Por Lic. Margarita Feliciano
Creando conciencia al Medio Ambiente
Desde hace una semana el Malecón de Santo Domingo mostró una cara que nadie quisiera ver; con un oleaje de desechos, uno de nuestros lugares icónicos nos hizo tocar la cruda realidad de la que solo nosotros tenemos gran responsabilidad.
Después del paso de la tormenta Beryl que solo “rozó” nuestro país con poca escala, más de 60 toneladas de basura fueron arrastradas a la costa desde los ríos Ozama e Isabela, evidenciando la problemática que existe en el país al usar el mar como vertedero.
Según datos que registra la Oficina Nacional de Estadística (ONE), en once años aumentó a 21% el total de residuos echados al “vertedero”. Además la Organización de las Naciones Unidas Medio Ambiente (ONU), resalta que cada año se vierten en los océanos 8 millones de toneladas de plástico, amenazando la vida marina y humana.
Por lo que es claro y evidente que se deben tomar acciones al respecto, sin embargo, toda acción que se tome va primero en nuestro compromiso como ser humano y como coudadanos de este pais, ya que lo que afecte nuestro medio ambiente nos afecta a todos. Como población debemos educarnos en este tema, tener en cuenta que nuestros pies no pueden dañar lo que con las manos hemos creado y sobre todo, no podemos dañar la naturaleza creada por Dios para brindarnos salud, alimentos y bienestar, porque de esa naturaleza vinimos y vivimos, por lo que cuando dañamos el medio ambiente, nos hacemos daño a nosotros mismos.
Recapacitemos en esta frase del escritor estadounidense Edward Abbey: “La naturaleza no es un lujo, sino una necesidad del espíritu hu