Crisis de confianza en los medios
Por. Liza Collado
La red global de relaciones públicas consultora Endelman, desde el año 2000 realiza un estudio sobre los niveles de confianza de los ciudadanos en empresas, gobiernos y medios de comunicación. A la fecha, las estadísticas reflejan que han trabajado 33 mil cuestionarios en 28 países, parte de su metodología consiste en diferenciar los niveles de confianza de la población general y la del público informado, que en su mayoría es de escolaridad universitaria.
Según revelan sus investigaciones la confianza en las instituciones, en términos generales, se ha mantenido, creciendo solo 1 punto porcentual de 2016 a 2017. Por género, los hombres parecen confiar algo más que las mujeres en instituciones y medios; por escolaridad, la población más informada confía más.
Hay un elemento que llama poderosamente nuestra atención y es que la confianza periodística se debate entre los medios tradicionales y los digitales, la desconfianza en el periodismo se debe, de acuerdo con los resultados a 3 razones: percepción de mayor interés en obtener grandes audiencias que en contenidos de calidad; exclusiva encima de la precisión y fiabilidad; y sesgo por ideología política. Los medios de comunicación aparecen por primera vez como la institución que menos confianza genera.
Evidentemente el gran desafío de nuestro tiempo es la verdad, las personas cada vez más necesitan de ella y los medios tienen un papel relevante para transmitirla. Los líderes de opinión tienen que hablar y compartir la información, si no lo hacen se genera desinformación.
Los gobiernos, los negocios y las ONGs tienen la oportunidad de hacer llegar una información veraz a los ciudadanos y aproximarlos a la información. Cuenta el informe que “las ONGs son las mejor valoradas y los medios de comunicación se sitúan un poco delante de los gobiernos sufriendo una gran erosión de la credibilidad”, ¿Por qué la gente no confía en los medios de comunicación?
En su mayoría los medios están dirigidos fundamentalmente por una orientación de negocio más que por una función social, de identificar lo que es relevante y de control de los gobiernos, la gente entiende que los medios de comunicación sacrifican la calidad y concreción de la información que distribuyen en pos de la rapidez para informar de un determinado tema, por su parte, muchas veces los medios de comunicación que están alineados con opciones políticas, no incluyen la función de independencia.
El 63% de los entrevistados en España considera que una persona normal no tiene capacidad para discriminar entre una noticia falsa y una verdadera. La información al ciudadano y al consumidor es fundamental para que puedan tomar decisiones racionales y exigir a productores y partidos que generen inputs positivos, que no fluya la información tiene un impacto directo en el sistema económico.
El 77% de los españoles piensa que la información falsa puede tener efectos demoledores en el sistema. La gente no confía en los medios de comunicación porque existe asimetría y hay unos grupos elitistas que poseen más información y que no la comparten de manera eficiente, los periodistas tienen más confianza que las plataformas según los resultados de este estudio.
En la República Dominicana tenemos dos tipos de audiencias, los que no leen los medios y los que leen pero presuponen que las noticias son falsas. Este es un debate en el que los expertos de la comunicación tenemos que trabajar, quienes desarrollamos contenidos en los medios debemos mostrarnos como actores sociales activos.
Por algo debemos empezar, y para luchar contra las noticias falsas tenemos que trabajar en la información veraz, generar contenidos de calidad y educar a la gente, sobre todo en las Redes Sociales. Los comunicadores estamos llamados a jugar un rol principal en esta generación de confianza, gestionando grupos de interés y generando impacto positivo en todo el país.