«Desafío sin precedentes»: La epidemia de obesidad golpea al Ejército de EE.UU.
De acuerdo con el reporte, se trata de un «desafío sin precedentes», que se agravó tras las relajaciones de los estándares de aptitud física, el otorgamiento de exenciones por peso y la retención de los miembros del servicio con obesidad.
Tales medidas se tomaron para garantizar la cantidad suficiente de efectivos en un contexto en que el número del personal activo está «en su nivel más bajo».
Se trata de la mayor crisis de reclutamiento desde que el presidente Richard Nixon puso fin al alistamiento obligatorio en 1973.
Como resultado de las políticas para no perder personal, el gasto estimado en los miembros del servicio activo con problemas de obesidad supera los 1.350 millones de dólares anuales, con costos de atención directa que comprenden 1.250 millones de dólares y pérdidas de productividad debido a las estadías en el hospital que le costaron al Estado 99 millones de dólares adicionales en 2023, destaca el estudio.
Terapias costosas e ineficientes
Asimismo, el reporte advierte sobre el fracaso de los costosos programas de acondicionamiento físico militar, que solo fueron efectivos en menos del 1% de los militares en servicio activo. Por si eso fuera poco, ninguno ha demostrado mantener la pérdida de peso a lo largo del tiempo, se señala.
Para solucionar el problema, los autores recomiendan implementar programas de tratamiento de la obesidad basados en evidencia, lo que mejoraría la preparación militar y ahorraría al sistema de salud del Ejército al menos 1.000 millones de dólares anuales.
Si bien las autoridades relajaron los estándares de aptitud física, la obesidad sigue siendo la principal razón de descalificación en las filas estadounidenses.
Según el reporte, 52.000 solicitantes del servicio activo no fueron aceptados por exceso de peso en el año fiscal 2023.