Desaparecen computadoras con más de 700.000 correos electrónicos que arrojarían luz a una investigación que involucra a Scholz
Dos ordenadores portátiles con más de 700.000 correos electrónicos han desaparecido de las oficinas del comité de investigación que indaga un caso de evasión fiscal en la ciudad alemana de Hamburgo. Se trata de pruebas sensibles que aportarían nueva información sobre este fraude que costó millones de euros al Gobierno alemán y en el que estaría involucrado el canciller Olaf Scholz.
Según los reportes de los medios locales, el investigador jefe Steffen Jänicke, designado por el gobernante Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), habría sacado las computadoras de una caja fuerte ubicada en el archivo, estrictamente vigilado, del comité.
Entre las pruebas desaparecidas se encuentran correos de la directora de la Oficina de Scholz, Jeanette Schwamberger, del primer alcalde de Hamburgo, Peter Tschentscher, y de otros altos funcionarios. Los ordenadores fueron incautados por la Justicia a principios de octubre.
«No sabemos dónde están los aparatos ni si son seguros en ese lugar», afirmó al respecto Richard Seelmaecker, presidente del comité de investigación del partido Unión Demócrata Cristiana. «Estamos muy sorprendidos por este manejo de datos sensibles», manifestó por su parte el político izquierdista Norbert Hackbusch.
Aún no está claro por qué Jänicke habría quitado los ordenadores portátiles de la caja de seguridad, a la que solo tienen acceso algunos miembros del equipo, ni a dónde los llevó. Según los informes, el funcionario podría haber violado las normas de confidencialidad del comité.
‘Caso Cum Ex’
El caso en cuestión, que se remonta a hace más de cinco años, cuando Scholz aún era alcalde de la ciudad de Hamburgo, está relacionado con el llamado ‘caso Cum Ex’, en el que el Estado alemán sufrió un fraude de más de 30.000 millones de euros (31.947 millones de dólares), ya que algunos bancos, empresas o particulares reclamaron a las autoridades el reembolso de impuestos por supuestos gastos que nunca se produjeron.
Los políticos de la oposición afirman que el actual canciller utilizó su influencia política para persuadir a las autoridades de la ciudad-estado de Hamburgo de que abandonaran sus intentos de reclamar 47 millones de euros (50 millones de dólares) en impuestos al Warburg Bank en el 2016. Scholz se reunió en privado con empleados del Warburg Bank en tres ocasiones antes de que el Estado detuviera su seguimiento del dinero.
El partido de Scholz insiste en que la investigación tiene una motivación política. Katja Mast, congresista del SPD, indicó el pasado abril que la coalición conservadora no persigue ningún interés de conocimiento, sino más bien intereses tácticos de partido. «Sacan a relucir acusaciones que hace tiempo que han sido refutadas», dijo.