Detener el sangrado nasal con 5 remedios naturales
El sangrando nasal es un síntoma que nos pone en alerta, pero rara vez indica un problema de salud grave.
Aunque no se debe pasar por alto, este suele producirse cuando alguno de los vasos sanguíneos de la nariz se rompe, ya sea por un golpe o porque la membrana mucosa está demasiado seca.
Si bien casi siempre se detiene en cuestión de minutos, es bueno tener en cuenta algunos remedios naturales que, además de controlarlo,lubrican la zona para acelerar su proceso de curación.
A continuación queremos compartir en detalle 5 interesantes opciones para que no dudes en aplicarlas cuando te aqueje este problema.
1. Infusión de ortiga
La aplicación directa de infusión de ortiga en la nariz puede detener el sangrado y, de paso, favorecer la curación del vaso sanguíneolesionado.
Esta planta contiene sustancias antiinflamatorias que, en este caso,ayudan a reducir la irritación de las membranas mucosas.
Ingredientes
- 3 cucharadas de ortiga seca (30 g)
- 1 taza de agua (250 ml)
Preparación
- Incorpora la ortiga seca en una taza de agua hirviendo y déjala reposar 10 minutos.
Modo de uso
- Sumerge un trozo de algodón en el líquido y aplícalo dentro de la fosa nasal sangrante.
- Deja que actúe 15 minutos y retíralo.
- Si lo consideras necesario, repite su uso 2 veces al día.
2. Infusión de cola de caballo
Por sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, la cola de caballo puede favorecer la cauterización de los vasitos lesionados en la nariz.
Su infusión es un remedio natural para detener los sangrados y contrarrestar la pérdida de lubricación en las fosas.
Ingredientes
- 1 cucharada de cola de caballo (10 g)
- ½ taza de agua (125 ml)
Preparación
- Agrega la cucharada de cola de caballo en media taza de agua hirviendo y déjala reposar 10 minutos.
- Cuela la bebida y aplícala de forma externa.
Modo de uso
- Realiza un lavado de las fosas nasales con esta infusión.
3. Vinagre de manzana
El vinagre de manzana contiene sustancias ácidas que ayudan a prevenir las infecciones nasales, acelerando la recuperación en caso de heridas superficiales.
Su aplicación sella la pared de los vasos sanguíneos lesionados y previene la reaparición del sangrado.
Ingredientes
- 3 cucharadas de vinagre de manzana (30 ml)
- 2 cucharadas de agua (20 ml)
Preparación
- Diluye el vinagre de manzana en agua, ya que solo puede ser un poco agresivo.
Modo de uso
- Humedece un algodón con el producto y aplícalo dentro de la fosa nasal.
- Déjalo actuar 10 minutos y retíralo.
4. Infusión de menta
Si los sangrados nasales se originan por una dificultad en lacoagulación de la sangre, el consumo de infusión de menta puede ayudar a detenerlos.
Esta bebida natural ayuda a restablecer la salud sanguínea, en especial cuando se ve alterada por medicamentos o deficiencias nutricionales.
Ingredientes
- 1 taza de agua (250 ml)
- 1 cucharada de hojas de menta (10 g)
Preparación
- Pon a hervir una taza de agua y, cuando llegue a ebullición, agrégale las hojas de menta.
- Reduce el fuego y deja cocinar la planta durante 3 minutos.
- Luego, déjala reposar a temperatura ambiente, 10 o 15 minutos más.
- Cuela la infusión y tómala tibia.
Modo de consumo
- Tan pronto como tengas un sangrado nasal, consume una taza de infusión de menta.
- Repite su ingesta 2 o 3 veces al día, aunque se detenga el síntoma.
5. Solución salina
Un lavado con solución salina nos permite eliminar las partículas de sangre que suelen quedarse en las paredes de la nariz tras sufrir una hemorragia.
Este tratamiento es importante, dado que evita que los restos de sangre se resequen y causen molestias.
Ingredientes
- 1 cucharadita de sal (5 g)
- 1 taza de agua (250 ml)
Preparación
- Pon a calentar una taza de agua y, sin dejarla hervir, disuelve la cucharadita de sal.
- Comprueba que la temperatura es apta para su uso y vierte el líquido en una jeringa.
Modo de aplicación
- Introduce la solución en las fosas nasales con la ayuda de la jeringa.
- Limpia los restos con un paño suave.
Procura preparar cualquiera de estos remedios naturales cuando tengas este molesto síntoma.
Eso sí, si se da de forma recurrente, consulta de inmediato al médico.
Ten en cuenta que, aunque casi nunca es grave, en casos reducidos podría estar alertando de algún trastorno sanguíneo.