A él, Deury Corniel, lo llamaron para que viniera desde Italia, iba a ser declarado Atleta del Año en la premiación que organiza el Comité Olímpico Dominicano (COD), entidad que preside Luisín Mejía. Y así fue.
Ocurrió anoche en el Salón La Fiesta del Hotel Jaragua. Y cuando el secretario del Comité Olímpico Dominicano, Gilberto García, mencionó a Corniel creó sorpresa.
Así cerró la Gala Olímpica, que reconoció a los mejores atletas de 2018 con un Corniel que obtuvo tres terceros lugares, en Turquía, Marruecos y Brasil, para llevarse el título de subcampeón del mundo en la modalidad de estilo libre élite en vela. Pero también atrapó el oro en la modalidad kiteboard IKA twin tip racing hombres en el deporte de vela en los pasados Juegos Olímpicos de la Juventud, lo que al parecer le valió la elección.
Fue unánime, según informó García antes de anunciar el premio, una elección en la que se desconoce quiénes votan.
La sorpresa se produjo, dado que Corniel, un joven de Cabarete, Puerto Plata, fue el favorito ante la desfavorecida y presumiblemente candidata ideal, la pesista Crismery Santana. Ella fue ilusionada al premio. Según fuentes cercanas, ella iba a ser la Atleta del Año. Pero la decisión del COD ya estaba tomada.
Por su premio Corniel se lleva un bono de un millón de pesos. “Voy a construir mi casa”, dijo, con el dinero que recibirá y que será depositado a su cuenta.
“Esto no se acaba aquí. Ahora es que estamos empezando”, señaló el representante de un deporte al que le ha dado nombre el país.
Pero su premio abre un debate sobre si los atletas juveniles deben de mezclarse con los élites.
“No se debe mezclar”, dijo Crismery Santana, quien destacó, de todas formas estar “feliz, contenta por el valor que se les está dando a los atletas”.
No es la primera ocasión. En el 2010, otro atleta juvenil, Luguelin Santos, desplazó a Aumí Guerra, quien ganó por segundo año corrido la Copa Mundial Qubicka de boliche.
La pesista fue recordista en el Panamericano de pesas celebrado en el país en mayo pasado, donde ganó oro; medallista de oro dos veces en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018, donde también estableció récord y dos medallas, plata y bronce, en el LXXXIII campeonato Mundial de pesas disputado en la Arena de Artes Marciales de Ashgabat, Turkmenistán. Eso no fue ni ligeramente pensado, pues la decisión fue unánime.
Sobre si se merecía el premio, con lágrimas aflorándole, visiblemente emocionada, dijo mostrando su gallardía: “No sé, pero estamos trabajando para eso”.
Algunos atletas fueron consultados, pero prefirieron mantenerse al margen sobre el hecho de combinar hazañas juveniles con hazañas élites, algo a lo que aparentemente, en el país, tendrán que acostumbrarse los deportistas mayores.
Al igual que Guerra, quien se negó a la foto en 2010 junto con Santos, igual se le pidió a Santana, quien aceptó y tributó con aplausos al joven atleta de un deporte que lucha por ser olímpico.