Diarrea crónica y aguda: causas y tratamiento
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diarrea consiste en la eliminación de heces líquidas o semilíquidas más de tres veces en 24 horas. En niños, esta afección resulta más difícil de definir, ya que puede haber lactantes con varias deposiciones líquidas al día sin necesidad de que esto represente una patología. De este modo, en la mayoría de los casos, la diarrea se define como un cambio brusco en el ritmo intestinal con respecto a las pautas habituales de cada individuo. En este caso podemos hablar de dos tipos: la diarrea crónica o aguda, con diferencias significativas en cuanto a su causa y tratamiento.
Basándose en su temporalidad, puede clasificarse como aguda o crónica. La primera es la más frecuente y tiene una duración menor a dos semanas. Por otro lado, la crónica es la que dura por más de 14 días y es de origen multifactorial.
Diarrea crónica
La diarrea crónica es un problema común, tanto en las consultas de atención primaria como en el ámbito especializado. Como ya sabemos, esta enfermedad se define como cualquier variación significativa de las características de las deposiciones. Estos cambios se evalúan con respecto a los hábitos deposicionales previos del paciente. Pueden ser tanto en el volumen, en la frecuencia de las heces o en la disminución de su consistencia.
Causas
A diferencia de la diarrea aguda —que explicaremos más adelante—, la diarrea crónica es siempre inadecuada y perjudicial para el organismo. En general, implica la existencia de una alteración en el transporte de agua en el intestino. Por lo tanto, la reducción de agua en tan solo un 1 % puede ser la causa principal de este tipo de diarrea. Entonces, las diarreas crónicas suelen no ser de carácter infeccioso. Sin embargo, también pueden ser originadas por parásitos que causan los síntomas crónicos o infecciones en pacientes inmunodeprimidos.
Las diarreas crónicas suelen ser la manifestación de alguna enfermedad funcional. De este modo, dentro de sus causas más frecuentes, encontramos:
- Cáncer de colon.
- Colitis ulcerosa.
- Enfermedad de Crohn.
- Diabetes.
- Fármacos.
- Enfermedad de Addison.
Tratamiento
El tratamiento de la diarrea crónica será etiológico; es decir, tratará la causa desencadenante. Por ejemplo, si se debe a una enfermedad celiaca, se deberá llevar una dieta sin gluten; en tanto, si se trata de alguna forma de enterocolitis infecciosa, la cura implicará la administración de antibióticos. Se utiliza un tratamiento empírico en tres situaciones:
- Tratamiento inicial o temporal hasta obtener el diagnóstico.
- Cuando las distintas pruebas diagnósticas no permiten realizar un diagnóstico definitivo.
- En casos en los que se consigue obtener un diagnóstico preciso, pero no existe tratamiento específico o este no resulta efectivo.
Diarrea aguda
Por su parte, la diarrea aguda infecciosa es un síndrome caracterizado por la inflamación o disfunción del intestino producida por un microorganismo o sus toxinas. Como ya hemos mencionado, tiene una duración de menos de 14 días y está definida por la realización de 3 o más deposiciones diarias. Estas evacuaciones son de menos consistencia que las normales y vienen acompañadas de otros síntomas, como por ejemplo: náuseas, vómitos, dolor abdominal y fiebre.
La diarrea aguda infecciosa representa la primera o segunda causa de muerte en la mayoría de los países en vías de desarrollo. Ocurre fundamentalmente en niños, como consecuencia de estados de deshidratación. A diferencia de la crónica, este tipo consiste en un método de defensa para el organismo. Por ese motivo, se puede decir que no es perjudicial, ya que su finalidad es la de “curarnos” de esa infección.
Causas
La causa principal de la diarrea aguda es la infección. Se suele adquirir principalmente por vía fecal-oral, por alimentos o agua contaminada. La mayoría de las veces, estos episodios se autolimitan; esto significa que ceden por sí solos, sin necesidad de tratamiento. Los principales microorganismos que causan cuadros diarreicos de tipo infeccioso varían conforme a la edad y al estado de salud del paciente. Entre los más comunes, encontramos:
- Rotavirus (en niños).
- Adenovirus.
- Aeromonas.
- Campylobacter sp.
- Escherichia coli.
- Salmonella sp.
- Giardia.
Tratamiento
Los principios básicos del tratamiento son: prevenir o corregir ladeshidratación, mejorar los síntomas y controlar la infección. La reposición de líquidos es el tratamiento común a todos los episodios de diarrea; su forma de administración puede ser oral o intravenosa mediante sueros. Además, es recomendable el uso de probióticos, que aumenten las bacterias beneficiosas del intestino ayudando en la eliminación de los agentes infecciosos. Todo ello, junto con una dieta estricta y blanda constituyen la principal línea de tratamiento en casos de diarrea aguda.
Por otra parte, los antidiarreicos como la loperamida suelen disminuir el número de deposiciones y limitan las pérdidas acuosas y electrolíticas. Estos fármacos ejercen su acción reduciendo la motilidad y la ralentización del tránsito intestinal. Asimismo, tienen una mínima acción en la reducción de la secreción intestinal. Sin embargo, está contraindicado su uso en algunos casos por el riesgo de concentrar los agentes infecciosos en el intestino.
En última instancia, cabe señalar que el tratamiento antibiótico es controvertido. La mayor parte de los cuadros de diarrea aguda infecciosa van a ser leves y autolimitados en el tiempo, por lo que no precisan de estos medicamentos.