El Consejo de Seguridad de la ONU aborda la situación en torno a la central nuclear de Zaporozhie
Este jueves tiene lugar una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU para abordar los ataques contra la central nuclear de Zaporozhie, que viene siendo bombardeada por las Fuerzas Armadas de Ucrania.
La reunión ha sido presidida por China; en relación con la situación en torno a la central nuclear, el representante permanente del país asiático, Zhang Jun, instó a todas las partes involucradas en el conflicto de Ucrania a sentarse a la mesa de negociaciones.
La palabra fue cedida al director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Mariano Grossi, quien advirtió que, pese a que los expertos de la organización han concluido que actualmente «no hay amenaza inmediata a la seguridad nuclear como resultado de los ataques o de otras acciones militares», la situación «podría cambiar en cualquier momento».
«Cualquier catástrofe nuclear sería inaceptable y, por lo tanto, la prioridad y el objetivo tienen que ser impedirlo a toda costa», remarcó Grossi, subrayando que «la responsabilidad común» es hacerlo de «forma urgente».
En esta misma jornada, el secretario de la organización, António Guterres, instó a crear una zona desmilitarizada y poner fin a los enfrentamientos armados en las inmediaciones de planta, que sigue siendo bombardeada por el Ejército ucraniano.
Estados Unidos apoyó dichos llamamientos subrayando que «combatir cerca de una central nuclear es peligroso e irresponsable».
Este miércoles, el representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitri Polianski, solicitó al Consejo de Seguridad del organismo tocar el tema.
«Las provocaciones ucranianas no se deben ocultar al público en general», aseguró.
La situación en la central nuclear, la más grande en Europa, se viene agravando desde el pasado viernes 5 de agosto, cuando las autoridades de la ciudad de Energodar denunciaron varios ataques contra la planta y los atribuyeron a las fuerzas ucranianas. El director general del Organismo Internacional de Energía Atómica, Rafael Grossi, declaró al día siguiente que la institución estaba «extremadamente preocupada» por las acciones cerca de la central y al mismo tiempo advirtió que el riesgo de una posible catástrofe nuclear es «muy real».