El crecimiento del sector automovilístico chino en México preocupa a EE.UU.
El crecimiento del sector automovilístico chino en México preocupa a EE.UU., según se desprende de una carta redactada por varios miembros de la Cámara de Representantes del país norteamericano enviada recientemente a Katherine Tai, representante de Comercio estadounidense.
«Estamos preocupados por la forma en la que la República Popular China (RPC) se prepara para inundar Estados Unidos y los mercados mundiales con automóviles, en particular vehículos eléctricos (VE), apoyados por subsidios masivos y la localización de larga data», reza el texto.
En este contexto, indica que el primer trimestre de 2023 el gigante asiático se convirtió en el mayor exportador de automóviles del mundo por primera vez en la historia, detallando que, en los últimos tres años sus exportaciones de VE han aumentado un 851 %.
Asimismo, señala que los aranceles sobre los vehículos procedentes de China por sí solos no resolverán el problema, ya que Pekín trata de sortearlos mediante varios mecanismos, inclusive el transbordo y la producción en el extranjero.
«EE.UU. también debe estar preparado para hacer frente a la próxima oleada de vehículos de la RPC que se exportarán desde nuestros otros socios comerciales, como México, ya que los fabricantes de automóviles de la RPC buscan establecer estratégicamente operaciones fuera de la RPC para aprovechar el acceso preferencial al mercado estadounidense a través de nuestros acuerdos de libre comercio y eludir cualquier arancel específico de la RPC», continúa.
Marcas ya establecidas
De hecho, indica la misiva, los fabricantes de automóviles chinos BYD, Chery y SAIC Motor ya se han establecido en su vecino del sur, mientras que NIO ya ha anunciado que planea entrar en el mercado estadounidense para 2025.
«Esperamos con interés la respuesta del USTR [siglas en inglés de la Oficina del Representante Comercial de EE.UU.] sobre si las actuales normas de origen en nuestros acuerdos comerciales necesitan ser reforzadas y qué otras herramientas políticas son necesarias para evitar que la República Popular China obtenga una puerta trasera al mercado de EE.UU. a través de nuestros socios comerciales clave», añade.
«Se deben tomar medidas decisivas para garantizar que no volvamos a caer en una dependencia crítica de la RPC que resulte en el vaciamiento de la industria automotriz estadounidense», concluye.
A principios de septiembre, la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) reveló que la participación de los coches chinos en el país latinoamericano pasó de un 5,7 % al 19,4 % desde que empezó el presente año.
«Ello incrementa la oferta y ha venido a contribuir a la renovación o, más bien dicho, a la actualización del inventario disponible en nuestro mercado», explicó en rueda de prensa Guillermo Rosales, presidente de la AMDA, detallando que se ha registrado un incremento del 62,5 % en la comercialización de autos importados desde China.
Por su parte, Armando Cortés, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), comentó que México es un país abierto al mundo, asegurando que la llegada de más marcas chinas que cumplan con la normativa, regulaciones y contribuyan al sector es bienvenida en un entorno de competencia.