El espionaje con Pegasus en Israel habría llegado hasta el ex primer ministro Benjamin Netanyahu
Israel se ha visto salpicada de nuevo por el escándalo del espionaje con el programa Pegasus. Revelaciones del medio Calcalist sacaron a la luz que la policía habría espiado a una amplia esfera de ciudadanos, incluidos familiares y personas del círculo cercano al ex primer ministro Benjamin Netanyahu. Estas revelaciones podrían poner en peligro el juicio contra Netanyahu si algunas acusaciones se hubieran basado en datos obtenidos del espionaje.
Nuevo capítulo del escándalo de espionaje de la policía de Israel con el programa Pegasus. Una revelación publicada por el medio israelí Calcalist afirma que “nadie era inmune” en el país a red de espionaje abierta por la policía. Según Calcalist, familiares y personas del círculo cercano al ex primer ministro Benjamin Netanyahu no habrían escapado al seguimiento policial.
«Directores generales de ministerios, periodistas, empresarios, ejecutivos corporativos, alcaldes, activistas sociales o incluso familiares del primer ministro, todos fueron objetivos policiales y sus teléfonos pirateados» con el spyware de la empresa israelí NSO, publicó el medio.
Entre las personas cercanas a Netanyahu se encontrarían su hijo Avner, dos asesores de comunicación, la esposa de un acusado en uno de los tres juicios por corrupción que afronta el expresidente israelí, así como otros implicados en el caso. A todos ellos y al resto de personas se les habrían espiado los datos de sus teléfonos personales.
El escándalo por el programa Pegasus salió a la luz en julio de 2021 cuando The Washington Post, Amnistía Internacional y Forbidden Stories, entre otros, desvelaron que más de 50.000 números de teléfono de periodistas, activistas e incluso jefes de Estado habían sido espiados en una docena de países por medio de este software de creación israelí.
Netanyahu pide una investigación
Tras conocerse la noticia, Benjamin Netanyahu exigió que se abra “una investigación sólida e independiente” sobre lo ocurrido y calificó a este 7 de febrero como un “día negro para Israel”. Por su parte, el actual primer ministro, Naftali Bennett, calificó de “muy serias” las acusaciones.
De ser ciertas, el juicio por corrupción contra el exjefe de Gobierno y los otros acusados podría quedar cuestionado por haber conseguido hipotéticamente información sobre los acusados de manera ilegal. Por el momento, la defensa ya ha pedido que el proceso judicial quede suspendido hasta que se aclaren los hechos.
Medios israelíes informaron también el domingo que este software había sido usado por la policía para espiar a un testigo clave en el juicio, Shlomo Filber. El anterior jefe de policía de Israel, Roni Alsheikh, al mando del estamento policial durante buena parte del tiempo en que se habrían llevado a cabo los espionajes, se negó a hacer comentarios sobre las nuevas revelaciones.
Activistas también habrían sido espiados
La investigación de Calcalist revela también que la policía usó el sistema Pegasus para espiar a activistas opositores a l gobierno de Netanyahu, así como a grupos de judíos etíopes que protestaban por los abusos del estamento policial.
Según Catalist, la policía habría recopilado datos de «la ubicación de las protestas, el plan para las movilizaciones, cuántas personas asistirían y qué cruces podrían estar bloqueados», con el objetivo de trazar «un plan operativo» para cada una de las manifestaciones a las que habrían tratado como “amenazas reales” contra el Estado.
El actual ministro de Seguridad Pública, Omar Bar Lev, anunció que formará una comisión de investigación gubernamental para esclarecer las actuaciones de la Policía tras estas nuevas publicaciones. Tanto la Fiscalía General como el Controlador del Estado ya abrieron sendas investigaciones al respecto semanas atrás.