Fernández de Kirchner responde a los fiscales que pidieron 12 años de prisión en su contra
La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, aseguró este martes que las acusaciones en su contra y el pedido de prisión, inhabilitación y decomiso de sus bienes solo responde a una persecución judicial, ya que no hay prueba alguna de las imputaciones.
«Es una feroz campaña política y mediática», aseguró la expresidenta en un mensaje que se transmitió en vivo desde el Senado, mientras afuera se concentraban simpatizantes que fueron a apoyarla.
«Con Cristina no se jode», rezaban algunos de los carteles que pegaron en los alrededores.
«Cuando dije que tenían la sentencia escrita me quedé corta», agregó Fernández de Kirchner al explicar las maniobras judiciales realizadas por el Gobierno de su sucesor, Mauricio Macri.
La víspera, los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola acusaron a la expresidenta de haber encabezado una asociación ilícita que defraudó al Estado por un monto de 1.000 millones de dólares al dirección las obras públicas de vialidad de la provincia de Santa Cruz a un solo empresario, Lázaro Báez, amigo de la familia Kirchner.
Por ello, pidieron una pena de 12 años de prisión, inhabilitación perpetua para ocupar cargos públicos y el decomiso de los bienes de la vicepresidenta, lo que tensó el clima político e incrementó la polarización del país sudamericano.
El alegato fue celebrado de inmediato por la oposición partidaria y mediática, que dio por probada la culpabilidad de la exmandataria, mientras que el oficialismo la defendió y aseguró que es víctima de una persecución judicial (‘lawfare’) porque no hay pruebas de los delitos que le imputan.