Sainz continúa arrastrando la mala suerte del inicio de la temporada 2022 de Fórmula 1, y es que, tal y como ocurrió en el Gran Premio de España, el piloto del Cavallino Rampante deberá cambiar su chasis para el fin de semana en Silverstone.
Cuando los mecánicos de Ferrari terminaron de montar su monoplaza, pusieron en marcha el procedimiento habitual para encender el motor 066/7 y comprobar que todo estaba en orden, pero desde los primeros rugidos de la unidad de potencia turbo de seis cilindros, vieron que algo no iba como debería.
La telemetría mostraba un problema en el sistema de recolección del combustible dentro del propio tanque, repitiendo lo que sucedió en Barcelona y que obligó al equipo de Maranello a cambiar el chasis por el de repuesto el sábado por la noche después de la clasificación.
Lo que habría fallado sería la primera de las tres bombas que componen el sistema de combustible, es decir, la bomba elevadora de baja presión que fabrica Magneti Marelli. Hay una segunda bomba que alimenta el sistema, y que está clasificada como de código abierto (OSC), hecha por los equipos, y una tercera de suministro de alta presión distribuida por Bosch.