Golden State Warriors venció a Cleveland Cavaliers 124-114
Tras igualar 107 en tiempo regular, los campeones de la Conferencia Oeste se llevaron el primer juego por 124-114. LeBron James (51) y Stephen Curry (29), los máximos anotadores. Es la cuarta ocasión consecutiva en la que se enfrentan en esta instancia.
Golden State Warriors y Cleveland Cavaliers, la gran rivalidad de la NBA en el siglo XXI vive su cuarto episodio consecutivo en las finales, esta vez con los californianos como favoritos frente a un LeBron James ante el mayor reto de su carrera.
Tras igualar por 107 en tiempo regular, Golden State ganó en el tiempo suplementario 124-114 y aventajan a los campeones vigentes. El próximo juego será este domingo en el Oracle Arena. LeBron James fue el máximo anotador del juego con 51 (9 rebotes y 8 asistencias), pero estuvo muy solo en un equipo que se vio perjudicado por el arbitraje.
Aunque el momento clave del partido ocurrió cuando JR Smith capturó el rebote tras el libre fallado de Hill, con el partido empatado en 107 y aún 4 segundos por jugarse, pero creyó que ganaban. La confusión llevó a no tomar el tiro y a que tampoco Tyronn Lue pidiera el timeout que le quedaba. Estos groseros errores, más los del arbitraje luego, le permitieron a Golden State luego no dejar pasar la oportunidad de quedarse con la primera final.
La figura de Golden State Warriors fue Stephen Curry con 29 puntos (6 rebotes y 9 asistencias). Lo siguieron en su equipo Kevin Durant 26pts (9 reb, 6 ast, 3 tap) y Klay Thompson: 24pts, mientras que Green aportó 13 pts (11 reb, 9 ast, 5 rob, 3 tap).
En 2015, los Warriors derrotaron a los Cavaliers para alzarse con su primer campeonato desde 1975, y en 2016 Cleveland consiguió el primer título de su historia tras una histórica serie en la que remontó un 1-3 adverso. El año pasado, Golden State se impuso en cinco partidos para alzarse con su segundo trofeo Larry O’Brien Trophy en tres temporadas.
LeBron James se presentó así a su octava final de la NBA consecutiva y la novena de su carrera. Solo cinco jugadores más, todos ellos miembros de los Boston Celtics durante las décadas de 1950 y 1960, han llegado o superado la misma marca.
A sus 33 años y en su decimoquinta temporada, James, con 100 partidos a sus espaldas esta campaña, se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera profesional -para algunos, el mejor- y ha promediado 34 puntos, 9,2 rebotes y 8,8 asistencias en las eliminatorias por el título.
Ante sí tiene el que los expertos consideran el mayor reto de su carrera: llevar al campeonato a una plantilla con menos calidad que la del año pasado y modificada en buena parte a mitad de temporada (llegaron George Hill, Rodney Hood, Larry Nance Jr. y Jordan Clarkson).
Los Cavs han perdido desde la temporada pasada al otro gran bastión de James: el base Kyrie Irving, traspasado a los Boston Celtics. Su sustituto, Isaiah Thomas, fue todo un fiasco e hizo las maletas para acabar en los Lakers.
Las opciones para los de Tyronn Lue pasan por emplearse a fondo en defensa y no mostrar su cara de la temporada regular (la segunda peor de la Liga). Cleveland no se ha distinguido precisamente por grandes porcentajes desde el perímetro en estos playoffs.
Los Warriors se las apañaron para doblegar a Houston Rockets en la final del Oeste tras ir abajo 2-3, un resultado que pudieron remontar, en parte, debido a la baja en el equipo tejano del base Chris Paul.
La ofensiva de Steve Kerr, con Kevin Durant, Stephen Curry y Klay Thompson a la cabeza, sigue siendo mortal sin brillar como en tiempos recientes, pero el esfuerzo defensivo llegados los momentos decisivos sigue rayando a gran altura con DraymondGreen como abanderado.
Para frenar a James, los Warriors no pudieron contar con Andre Iguodala, con molestias en la rodilla izquierda. En su ausencia, hombres como el propio Green o DavidWest fueron los encargados de marcar a la estrella de Cleveland.
Estadio: el Oracle Arena (Oakland), California.