Graves efectos para la salud por no dormir lo suficiente
La vida moderna tiene grandes ventajas, pero también una importante cantidad de riesgos para la salud. Si bien la ciencia ha dado respuesta a muchas dolencias y enfermedades, las personas seguimos poniendo en riesgo nuestro bienestar con cosas que creemos inocentes. Una de ellas es la escasa cantidad de horas que dormimos y vemos este problema, en muchos jóvenes y adolescentes, que creen que pueden “aguantar” el día con tan sólo unas pocas horas de sueño, sin prestar atención a las importantes consecuencias de este mal hábito.
Para ponernos sobre aviso, vamos a identificar las principales consecuencias para la salud de no dormir la cantidad de horas necesarias.
1) Sobrepeso.
Esta es una de las primeras consecuencias documentadas de la falta de sueño. Cuando no dormimos lo suficiente, engordamos. La principal explicación sería que tendemos a comer más y particularmente, alimentos con alto contenido calórico. Al mismo tiempo, nos movemos menos y entonces, ambos hábitos contribuyen al aumento de peso.
Según un estudio, las consecuencias de una privación parcial del sueño sobre el equilibrio energético, puede conducir a ingerir 390 calorías más al día, si el gasto de energía no varía.
Las personas que duermen poco ingieren más alimentos grasos y menos proteínas.
En los adolescentes, la falta de sueño conduce a un consumo aún mayor de alimentos dulces. Es decir, que la falta de sueño afecta de la misma manera a niños, adolescentes y adultos.
2) Diabetes.
La falta de sueño crónica parece conducir, según los estudios científicos, a una disminución de la sensibilidad a la insulina y a un riesgo que se incrementa en un 37% aproximadamente, de desarrollar diabetes tipo 2.
La pérdida de sensibilidad a la insulina explica el aumento de peso y constituye una de las primeras etapas de la diabetes. Por otra parte, las personas que ya son diabéticas incrementan con este mal hábito, una degradación del control de la glucemia. El resultado conlleva a más complicaciones sobre esta enfermedad que ya de por si es complicada.
Dormir bien parece ser crucial cuando corremos el riesgo de desarrollar diabetes en personas con antecedentes familiares, sobrepeso, glucemia elevada o agravar su condición en quienes ya la padecen.
3) Enfermedades cardiovasculares.
Para los científicos, la falta de sueño crónica induce a diferentes tipos de efectos biológicos entre los cuales se encuentra el aumento del estrés oxidativos y una alteración de la respuesta inflamatoria, de mecanismos que están en juego en las enfermedades cardiovasculares.
Los estudios epidemiológicos muestran que la falta de sueño crónica está asociada a enfermedades coronarias, a la hipertensión y a la arritmia. Dormir poco o por el contrario, dormir demasiado, también aumenta el riesgo de tener un accidente de cerebrovascular.
4) Cambios en el humor.
Sueño y depresión, están íntimamente ligados y esto ha sido comprobado mediante muchos estudios realizados. Las personas que sufren de depresión tienden a dormir mucho. Privar de un poco de sueño a estas personas, puede mejorar sus síntomas depresivos. Pero la falta de sueño puede también aumentar los trastornos del humor e inducir a la depresión. En este contexto, la conexión que existe entre sueño la depresión es difícil de establecer. Lo que sí sabemos, es que la falta de sueño crónica puede agravar los síntomas de la depresión y el insomnio se encuentra a menudo entre los primeros síntomas de este trastorno.
5) Problemas digestivos.
Dormir mal o dormir poco, puede incrementar la cantidad de trastornos digestivos generando inflamación, reflujo gástrico y gastritis. Pero invirtiendo el ciclo, tanto el reflujo gástrico como la dispepsia o el síndrome de colon irritable, pueden contribuir a afectar los ciclos de sueño y generar insomnio.
6) Cáncer.
Se cree que las personas que trabajan de noche, tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer, lo que hace pensar que existe una conexión entre el sueño y esta enfermedad. La falta de sueño acarrea la formación de especies reactivas de oxígeno, por lo tanto, aumento del estrés oxidativo, lo que favorece la aparición del cáncer.
Los estudios sobre el nexo que puede existir entre el cáncer y la falta de sueño, no son muchos y a menudo, contradictorios.
Consejos para dormir mejor.
– Aprende a reconocer tus necesidades.
– Respeta tus horarios de sueño.
– Establece un ritual de sueño (ducha tibia, música, lectura…).
– Atiende a los signos como bostezos, ojos picosos, pesadez.
– Evita el café y la cafeína después de las 16hs.
– Evita las cenas abundantes.
– Medita, distiéndete, lee antes de acostarte.
– Ventila tu habitación a diario y procura tener una temperatura de 19º aproximadamente.
– Apaga pantallas y monitores una media hora antes de acostarte.
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