«Guerra Híbrida»: El concepto que ha reflotado a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania
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«Guerra Híbrida»: El concepto que ha reflotado a raíz del conflicto entre Rusia y Ucrania
Ya van varias semanas de tensión en la frontera entre Rusia y Ucrania. El despliegue de tropas en ese sector por parte de Moscú ha caldeado los ánimos en la zona y despertado resquemores en Estados Unidos y la OTAN, agrupación a la cual Kiev se quiere sumar desde hace mucho tiempo, opción que el Kremlin rechaza categóricamente. Ya son varios días de dimes y diretes, negociaciones, denuncias de ciberataques, acusaciones cruzadas en el Consejo de Seguridad de la ONU y ejercicios militares de uno y otro lado. ¿Enfrentamientos militares? Por el momento, ninguno.
Es en esa línea que las autoridades ucranianas han responsabilizado a Rusia -después de denunciar un ciberataque masivo a los sitios web gubernamentales- de llevar a cabo una «guerra híbrida», término que de cuando en vez acapara los medios y que tiene relación con un tipo de contienda que va más allá del uso de la fuerza, pero que cuenta de todos modos con un fin desestabilizador.
Pero, ¿de qué hablamos cuando mencionamos la expresión «guerra híbrida»? De acuerdo con la columna del doctor en Seguridad Internacional Guillem Colom Piella en la revista «Ejército», del Ministerio de Defensa español, este concepto fue definido por primera vez en un trabajo académico de la Marina estadounidense de 2002 y empleado por primera vez en un documento oficial tres años después «para explicar la combinación de dos o más amenazas de tipo tradicional, irregular, catastrófico o disruptivo».
Ahora, según explicó al sitio El Debate el profesor de la Universidad Ceu San Pablo, Antonio Alonso Marcos, guerra híbrida tiene que ver con «el uso de medios distintos a los militares para atacar a un país. ¿Qué es atacar a un país? Es atacar a sus estructuras, atacar su seguridad, o su ciberseguridad».
«La guerra híbrida es una estrategia de conflicto, de combate, de confrontación, de enfrentamiento, que no pasa por hombres y tanques, por un enfrentamiento militar directo, sino que pasa por utilizar muchas estrategias al mismo tiempo, que no tienen que ver con la estrategia militar, para debilitar al enemigo», dijo al mismo medio el profesor Miguel Ángel Medina, de la Universidad Abat Oliba CEU.
Básicamente, consiste en el empleo de mecanismos como la insurgencia, la migración, el uso de «fakes news» y los ataques cibernéticos, entre otros, donde la propaganda y la provocación son factores fundamentales.
Y es ahí donde, coinciden los expertos, Rusia es el mayor exponente. En conversación con La Sexta, el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), Jesús Antonio Núñez Villaverde, recordó hechos de 2014, cuando en Ucrania unos «hombrecitos de verde, que según Moscú eran ciudadanos privados que habían tomado la opción de defender el Donbás y que, vestidos de uniforme militar pero sin graduaciones ni nada que los identificara como soldados rusos, parecían efectivamente ciudadanos», pero que en realidad eran militares rusos que reemplazaron a los líderes de las guerrillas prorrusas en el conflicto en la península de Crimea.
En el contexto actual, el Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha enumerado las supuestas acciones rusas que retratarían a la perfección que estamos frente a una guerra híbrida, según esta frase que recoge el medio español ABC: «Las entidades militares y de inteligencia moscovitas participan en estas actividades en todo el ecosistema de desinformación antioccidental y propaganda de Rusia, con el fin de ejecutar operaciones maliciosas en redes sociales, el uso de medios digitales expresa o tácitamente aliados, la introducción de desinformación en la programación en medios de radio y televisión, la organización de conferencias destinadas a influir en los asistentes para que crean equivocadamente que Ucrania, y no Rusia, es la culpable de la escalada de las tensiones en la región».
Propaganda y una autoría «invisible»
Como ya dijimos anteriormente, la difusión de propaganda toma un rol trascendental en la guerra híbrida, principalmente porque el objetivo aquí, según Antonio Alonso Marcos es, «lograr que esa información, o propaganda, movilice a la gente, de tal manera que se puedan producir escenas de violencia».
Aquí toma importancia también la difusión de «fake news»: «Todo esto el problema no es ponerlo en internet, el problema es que la gente se lo cree. Eso es la guerra híbrida», aseguró Miguel Ángel Medina, quien remarcó que las nuevas tecnologías son un campo de batalla para esta guerra híbrida, sobre todo en lo relacionado con el cibercrimen.
«La guerra híbrida es una estrategia de conflicto, de combate, de confrontación, de enfrentamiento, que no pasa por hombres y tanques, por un enfrentamiento militar directo, sino que pasa por utilizar muchas estrategias al mismo tiempo, que no tienen que ver con la estrategia militar, para debilitar al enemigo»
Miguel Ángel Medina
El académico recalcó otra característica principal de la guerra híbrida: «No se sabe quién ataca primero. No se sabe quién es el culpable. Se utilizan toda clase de artimañas para moverse en esta incertidumbre».
«La guerra híbrida tiene toda una serie de estrategias, no se hace con hombres y tanques, se hace con un computador desde una capital», agregó.
En el caso actual, Medina afirmó que «Rusia quiere que Ucrania no esté cómoda llamando a la puerta de la OTAN ni de Bruselas», por lo que podría recurrir a este tipo de artimañas.