Justicia por Andreea
Por. Liza Collado
La violencia de género no tiene barreras de clase, trasciende los niveles económicos; culturales o académicos de quienes la protagonizan. La idea que atribuía la violencia a las clases sociales más bajas y con unos niveles de estudios más elementales como un factor determinante en este tema, quedo atrás, una muestra de ello lo es el reciente asesinato de la joven rumana Andreea Celea.
El nivel de violencia que ha alcanzado actualmente la República Dominicana sorprende y mantiene en estado de preocupación a toda la sociedad, en nuestra condición de mujer, madre de dos hijas y respondiendo al compromiso asumido con el país, no podemos mostrarnos indiferente. El estado dominicano no debe darle la espalda a nuestras mujeres, hay que tomar acciones que frenen de una vez y por todas este espiral de violencia que nos arropa, para que sin importar la influencia económica o el poder político del agresor, quien cometa actos de esta naturaleza se enfrente cara a cara con la justicia.
El incidente trágico, que provocó la muerte de la joven, ocurrió en un hotel del Distrito Nacional. Un vídeo de horas antes de la tragedia muestra al verdugo en la recepción del establecimiento con Celea, a quien le arrebata una tarjeta. Gracias a Dios y a la tecnología que existen las Redes Sociales, porque a través de estas, la ciudadanía puede enterarnos de los hechos que acontecen y que no son cubiertos por los medios tradicionales hasta que estos trascienden.
#JusticiaPorAndreea es la etiqueta que usaron sus amigos, familiares y relacionados en la red social twitter para contarnos las historias de abuso que sufría la veinteañera,”Él siempre la acosaba, donde quiere iba y la maltrataba, ellos duraron unos cuatro años de noviazgo, pero siempre fue bajo violencia” es uno de los tantos mensajes que nos entristece el corazón. Conversaciones de WhatsApp publicadas, muestran que la hoy occisa se quejaba de la agresión física de que era objeto por parte de su victimario.
Aunque el acusado tenía una orden de alejamiento desde julio pasado, esto no evitó ingresar el nombre de su víctima a las estadísticas sobre feminicidios en el país, que en lo que va del año ya registran más de 50 casos. Lanzar una mujer al vacío, es un terrible indicador del comportamiento de nuestra sociedad, es desgarrador, evidencia la concepción de “mujer” que tienen nuestros hombres machistas.
Esta situación demanda que el estado cumpla con los convenios internacionales en materia de género, el reto para el actual gobierno y las autoridades competentes es sin duda más prevención y más educación, fortalecer las instituciones relacionadas al tema, para cumplir con las garantías que ofrece el estado de derecho consagrado en nuestra Constitución. Evidentemente no estamos haciendo el verdadero esfuerzo gubernamental, comprometido, decidido, firme. Es imperativo que se incorpore en las escuelas la perspectiva de género, para que se aprenda la igualdad, que nuestros niños y niñas se vean iguales como son lo son ante la ley.
Hace falta voluntad, las falsas ideas de que “el hombre manda” quedaron atrás. Hoy todas las decisiones son y deben ser compartidas; las relaciones afectivas, conyugales y familiares se están reconstruyendo bajo modelos democráticos.