La microbiótica intestinal, aliado en la lucha contra la hepatitis alcohólica
Un reciente estudio señala que las bacterias intestinales pueden ser eficaces en la lucha contra la enfermedad hepática por alcohol
El intestino humano contiene más de cien billones de microorganismos además de unas mil especies diferentes de bacterias. Esta población de microbios que habita en nuestros intestinos se conoce como “microbiota intestinal”. Este ‘pequeño’ ejército ayuda al organismo a digerir alimentos; a combatir las agresiones que sufre la mucosa intestinal; contribuye a la producción de las vitaminas del grupo B y K además de hacer efecto barrera en el sistema inmune. Por tanto, es fundamental mantener equilibrada la microbiota intestinal para la salud.
En un estudio reciente, publicado en la revista ‘Hepatology’, en el que ha colaborado el hepatólogo y facultativo del Servicio de Medicina Interna del Hospital Quirónsalud Barcelona, doctor, José Altamirano, se ha comprobado la relación que existe entre la microbiota y la evolución de la Enfermedad Hepática por Alcohol (EHA). La Hepatitis Alcohólica es la inflamación del hígado por consumo de alcohol. El proceso orgánico para descomponer el alcohol produce unos químicos muy tóxicos. Estos químicos activan la inflamación que destruye las células del hígado.
Alteraciones en paciente crónicos
Como consecuencia, los pacientes crónicos de Enfermedad Hepática por Alcohol, pueden sufrir graves alteraciones en la estructura de la población microbiana intestinal. “En la actualidad se sabe que el alcoholismo crónico aumenta la permeabilidad intestinal de productos bacterianos hacia la sangre y produce cambios en la microbiotica de los pacientes, lo que contribuye a la progresión de la enfermedad y a empeorar el grado de daño hepático preexistente”, comenta el doctor Altamirano.
En el estudio se vio que existía un incremento considerable de Candida Sp en enfermos de EHA. El doctor José Altamirano lo explica. “Se encontró una conexión positiva entre la abundancia de Candida Sp con la presencia de fibrosis hepática, mientras que el exceso de ‘Penicillium’ estaba directamente relacionado con una menor inflamación y daño de las células hepáticas en la evaluación que se realizó del hígado por biopsia”.
El papel de la microbiota fúngica
Con esta investigación se abre un nuevo camino donde la microbiota fúngica puede ser una opción para el tratamiento de esta enfermedad. “De momento, no existen ensayos clínicos donde se hayan probado tratamientos concretos para mejorar esta disbiosis (perdida de microorganismos beneficiosos) por cándidas en pacientes con hepatitis alcohólica, ni se ha evaluado su impacto en cuanto a mejoría del grado de daño hepático ni prevención de las complicaciones”, afirma el doctor Altamirano.
El alcoholismo es un problema grave en la sociedad occidental, más de la mitad de las muertes por enfermedad hepática están relacionadas con el consumo excesivo de alcohol en la Unión Europea. Un dato a tener en cuenta: no todas las personas que beben alcohol en exceso durante muchos años desarrollan EHA y pueden padecerla también aquellas que beben con moderación.