La puerta semiabierta de Nido y los vacíos legales que dificultan las demandas contra la pornografía no consentida
El portal que difundía material íntimo de mujeres y minorías sexuales, sin importar su edad, continuaba en una extensión en la plataforma Telegram. Las actividades perpetradas dentro de la aplicación, así como el acoso y la difusión dolosa, aún no están tipificadas en la normativa chilena y constituye, según expertos, a violencia de género.
SANTIAGO.- Como la supuesta «élite intelectual chilena de Internet» se presentaba el portal digital Nido.org, que a principios de esta semana volvió a la palestra tras una serie de publicaciones en redes sociales que compartían o advertían sobre el contenido que nutría este sitio parcialmente caído y que desde ayer está en la mira no sólo del Ministerio de la Mujer y Equidad de Género, sino también de la cartera del Interior, la Policía de Investigaciones y la Fiscalía que abrió una investigación.
Se trataba de una plataforma alojada en un servidor remoto, donde se desplegaban foros de discusión en los que se compartía, solicitaba e incluso celebraba la difusión sin consentimiento de material íntimo de personas —mayoritariamente mujeres— en formatos gráficos, audiovisuales y sonoros. Este portal se asemejaba al tablón de imágenes o imageboard inglés 4chan, que en agosto de 2014 se hizo mundialmente conocido por enseñar casi 500 fotografías privadas de celebridades, en un caso bautizado eufemísticamente como Celebgate.
«Básicamente son portales de imágenes, donde uno sube una fotografía y esa imagen se comenta y se comenta», describe a Emol el analista de políticas públicas de la ONG Derechos Digitales, Pablo Viollier. «Son muy simples y livianos, y permiten a las personas participar sin hacerse un [perfil de] usuario, de forma anónima; o creándose una cuenta, sin tener que entregar mayores datos personales». De esta forma, Nido no sólo colgaba contenido privado de víctimas mayores o menores de 18 años, sino que también prestaba su estructura web para la difusión de información personal, como dirección, números telefónicos y cuentas de redes sociales, entre otros. Forma de operar que eventualmente podría reproducirse en otros sitios del mismo tinte, dentro y fuera de los límites nacionales. Difícil de enjuiciar A pesar de que ayer la plataforma anónima apareció caída en los dispositivos electrónicos, a horas del emplazamiento de la ministra Isabel Plá la dirección de Nido redirigía automáticamente a un enlace de invitación en la aplicación de mensajería Telegram, en la que se mostraba a la vista un grupo creado el 23 de diciembre de 2017. Para Viollier, a través de estas características, esta plataforma les habría servido a los administradores como una red de coordinación y difusión de material íntimo: «Telegram te permite la creación de ciertos canales por región y la configuración de bots. En el fondo, son programas al interior que te permiten responder a ciertos comandos. Por ejemplo, lo almacenan en algún lugar y si uno tipea ‘pack’, el bot te envía el set de imágenes que se habían subido