Llega la ‘luna sangrienta’: La guía para disfrutar del eclipse lunar más largo del siglo XXI
La noche de este viernes los habitantes de diversos rincones del mundo podrán observar el eclipse lunar más largo del siglo XXI, con más de 100 minutos de duración. Además, el único satélite natural de la Tierra, sin llegar a desaparecer, adquirirá una coloración rojiza, dando lugar a un fenómeno apodado como la ‘luna sangrienta’. Estas son las claves para disfrutar del llamativo evento astronómico.
¿Cuánto durará?
La fase culminante del fenómeno durará 1 hora y 43 minutos. Además, habrá eclipses parciales de 1 hora y 6 minutos de extensión en los momentos previos y posteriores, de forma que el ‘espectáculo’ completo tendrá una duración total de 3 horas y 55 minutos.
¿Cuándo se podrá ver?
La ‘luna sangrienta’ alcanzará su punto máximo a las 20:22 (GMT), lo que se corresponde con las 15:22 en Colombia y Perú, las 16:22 en Venezuela, Paraguay y Chile y las 17:22 en Argentina y Uruguay. Este es el horario de las diferentes fases del eclipse:
- Comienzo del eclipse parcial: 18:24 GMT;
- Comienzo del eclipse total: 19:30 GMT;
- Mayor eclipse: 20:22 GMT;
- Final del eclipse total: 21:13 GMT;
¿Dónde se verá?
El eclipse pasará desapercibido en América del Norte, mientras que la mayor parte del hemisferio oriental (Europa, África, Asia, Australia y Nueva Zelanda) podrá apreciar una parte o la totalidad del fenómeno.
El eclipse en su totalidad será visible desde África, Oriente Medio y países de Asia central. En Australia se podrá apreciar su comienzo, mientras que los países del este de Sudamérica podrán contemplar la última parte del fenómeno.
RT retransmitirá el eclipse lunar en directo para que no se pierda ni un detalle.
¿Cómo verlo?
A diferencia de los eclipses solares, el lunar no es peligroso para la vista y no requiere ningún tipo de protección ocular, aunque estaría bien utilizar prismáticos y telescopios para observar el fenómeno en todo su esplendor.
¿Por qué ocurre?
El fenómeno de la ‘luna sangrienta’ se produce cuando la Tierra se interpone entre el Sol y la Luna. La atmósfera terrestre actúa entonces como una lente que desvía la luz solar, filtra sus componentes azules y solo deja pasar la luz roja, que será reflejada por el satélite.