Lo que vi en las elecciones de Colombia
Por. Liza Collado
Más de 36 millones de colombianos fueron llamados a las urnas para elegir al presidente que dirigirá el país durante los próximos cuatro años. Con una participación de más de 19 millones de personas, estas elecciones se consideran «históricas» por la alta afluencia en las urnas en un país caracterizado por los altos niveles de abstención, y por ser esta, la primera contienda electoral luego de los acuerdos de paz.
En nuestro recorrido, acompañamos al compañero titular de la secretaría de asuntos juveniles del partido, miembro del Comité Central, Lic. Franklin Rodríguez, junto a la delegación dominicana para la Misión de Observación Internacional Electoral, acreditados por el Partido Liberal Colombiano y el Ministerio de Interior. Visitamos 10 centros en el municipio de Chia, Bogotá, dónde fuimos testigos del compromiso de los ciudadanos y ciudadanas en la construcción de la democracia colombiana.
Cada recinto tuvo el acompañamiento de un representante de la personería jurídica del Ministerio Público, esto porque en Colombia, son quienes tienen la autoridad legal para canalizar las denuncias de irregularidades en el acompañamiento del proceso. Conjuntamente con este, pudimos constatar la presencia de la Mesa de Justicia en todos los colegios electorales visitados, procurando garantizar el derecho de los votantes.
En Colombia la democracia se fortaleció, en medio de la polarización que vive el país, la jornada reflejó una masiva participación por primera vez en 20 años. Indudablemente, se trata de un fenómeno provocado por el «voto joven» este segmento de la población que se muestra cada vez más interesado en la participación política.
Estas han sido las eleccciones más observadas en la historia de este país, cerca de 300 observadores de distintos países fuimos testigos del desempeño participativo de la ciudadanía. El ejercicio democrático se ha expresado y esto tiene un significado enorme, muestra la intención de que renazca la esperanza para la construcción de una paz duradera por las futuras generaciones.
Nuestro país hermano tiene un desafío y una oportunidad histórica, fortalecer la institucionalidad democrática es una tarea pendiente. Este cambio, sin amenazas ni presiones, es el inicio del camino hacia la construcción de la paz en democracia y desarrollo.
Abrazos desde Colombia!