«No son criminales»: Murillo se pronuncia sobre colombianos deportados por EE.UU.
Murillo agregó que la repatriación de los 201 colombianos se hizo «cumpliendo con los compromisos adquiridos» por el gobierno de Gustavo Petro y con base en lo establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Respuesta a Trump
El diplomático recalcó que «ser migrante no es un delito» y por ello la administración de Petro ha insistido en que su retorno a territorio colombiano «debe realizarse en condiciones dignas, respetando plenamente sus derechos».
Las declaraciones del canciller responden a las acusaciones que hizo Trump el fin de semana cuando afirmó que los colombianos deportados eran «asesinos, capos narcotraficantes, miembros de pandillas», cuestión que a su parecer justificaba que fueran expulsados de EE.UU. «con cadenas en el avión», hecho que impulsó a Petro a devolver los aviones militares estadounidenses con los migrantes.
Dos vuelos
Entre tanto, el canciller detalló que los ciudadanos deportados llegaron a Colombia en dos vuelos. El primero de ellos salió desde San Diego, California, con un total de 62 hombres, 32 mujeres y 16 niños.
En este grupo se encontraban dos embarazadas que, según los reportes médicos, están en «muy buen estado de salud».
Un segundo vuelo partió desde El Paso, Texas, con 46 hombres, 45 mujeres y cinco menores de edad.
Murillo destacó que todas estas personas fueron atendidas por funcionarios consulares en EE.UU., quienes estuvieron atentos y les prestaron asistencia técnica, médica y alimentaria antes de su regreso a Colombia.
«Desde el Gobierno de Colombia y desde la Cancillería, seguiremos exigiendo el cumplimiento de los protocolos establecidos para los vuelos de deportación.
Acompañaremos siempre a nuestros connacionales, garantizando sus derechos y velando por el respeto a su dignidad», expresó Murillo.
Más temprano, Petro recibió a sus connacionales e informó en X que eran «libres y dignos» y que habían arribado a su patria «sin estar esposados».
Además, reiteró que «el migrante no es un delincuente», sino «un ser humano que quiere trabajar y progresar, vivir la vida».
En medio de las deportaciones masivas de la Casa Blanca, Petro hizo devolver los aviones militares estadounidenses que venían con migrantes colombianos y resaltó que los migrantes debían ser tratados «con la dignidad que un ser humano merece».
Por ello, expresó que «jamás» permitirá «que en vuelos traigan a los colombianos esposados».
«Primero es la dignidad de Colombia y América Latina.
Los migrantes son seres humanos y sujetos de derechos y como tal deben ser tratados».
En medio de la crisis diplomática, que ya fue zanjada, Trump amenazó con imponer aranceles «de emergencia» del 25 % sobre todos los productos colombianos que ingresen a EE.UU.
Por su parte, Petro ordenó al ministro de Comercio Exterior «elevar los aranceles de importaciones desde los EE.UU. en un 25 %», en respuesta a las sanciones impuestas contra Colombia.
«Me informan que usted pone a nuestro fruto del trabajo humano 50 % de arancel para entrar a EE.UU., yo hago lo mismo», escribió en X.