Patata roja: propiedades, aplicaciones y diferencias con la patata blanca
Este tubérculo de color rojo presenta propiedades antiinflamatorias y colabora en el equilibrio de la presión arterial. Descubre en qué se diferencia de la variante blanca y los usos culinarios que puedes darle.
Cuando mencionas patatas, probablemente imagines una tortilla o papas fritas, comúnmente elaboradas con estos tubérculos de tonalidad blanca. No obstante, aunque no sean las más populares, las diversas variedades de patata roja (como Red Pontiac, Cóndor, Desirée y Astérix, entre otras) merecen un lugar en tu alimentación debido a sus beneficios nutricionales, que incluyen minerales como potasio, magnesio, calcio, hierro y zinc.
La patata roja (Solanum tuberosum), originaria de Sudamérica, está repleta de potentes antioxidantes, tales como polifenoles, antocianinas, ácidos clorogénicos, vitamina C y carotenoides. Estas sustancias asisten al organismo en la reducción de toxicidades celulares y en la lucha contra los radicales libres, protegiendo así las células de daños. Gracias a esto, se favorece la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.
En términos de preparación, esta patata no se desintegra al hervirla o cocinarla al vapor, y se distingue por su resistencia a oscurecerse tras la cocción, lo que puedes aprovechar en la presentación de diversas recetas, desde acompañamientos hasta ensaladas y estofados.
1. Ayuda en el manejo de la diabetes tipo 2
La patata roja es rica en compuestos polifenólicos que pueden inhibir enzimas asociadas a la diabetes tipo 2, como la α-glucosidasa y la α-amilasa. Especialmente, esta variedad de tubérculo, así como la morada, contiene altos niveles de fenoles y antocianinas que tienen el potencial de demorar la absorción de carbohidratos en el intestino delgado, lo que resulta en una reducción de la absorción de glucosa en la sangre.
El ácido clorogénico, en particular, ayuda a disminuir la liberación de glucosa al torrente sanguíneo, lo cual reduce el índice glucémico (IG). Por lo tanto, consumir esta variedad de papa puede ser ventajoso para personas con diabetes tipo 2 y para quienes buscan controlar su índice glucémico.
2. Podría favorecer la pérdida de peso
¿Has oído alguna vez los riesgos asociados al consumo de papas, como el aumento de peso? En este contexto, la forma de preparación y el índice glucémico de la patata (que está relacionado con el contenido de polifenoles) juegan un papel relevante. No es lo mismo consumirlas fritas que al horno, ni optar por las variedades roja y morada, que tienen un índice glucémico más bajo que las blancas.
Esto nos lleva a considerar el papel del ácido clorogénico, uno de los principales polifenoles que potencia la actividad antioxidante de la patata roja. Este compuesto se ha identificado como un agente antiobesidad en estudios realizados con ratones.
De igual manera, según otro estudio realizado en modelos animales, el polvo obtenido de la cáscara de la patata roja, al igual que otras variedades como la dorada, podría tener el potencial de servir como un alimento para disminuir el tejido adiposo en ratones con sobrepeso.
3. Presenta propiedades antiinflamatorias y prebióticas
La disminución de la inflamación es otra de las características beneficiosas de las patatas con pulpa pigmentada, como la roja. Su contenido en antocianinas contribuiría a reducir la presencia de bacterias «perjudiciales» que pueden provocar enfermedades infecciosas en el intestino, tales como el cáncer de colon y problemas cardiovasculares. Además, favorece el crecimiento de bacterias beneficiosas para el organismo. En concreto, disminuye los LPS luminales en el intestino y promueve la proliferación de Lactobacillus y Bifidobacterium.
4. Protección contra ciertos tipos de cáncer
El ácido fenólico y las antocianinas presentes en la patata roja tienen propiedades anticancerígenas. Por lo tanto, incluir este tubérculo en tu dieta podría ayudar a reducir el riesgo de desarrollar cáncer de colon, próstata, estómago, mama y páncreas. Esto se debe a que las antocianinas de las papas de color tienen la capacidad de inhibir unas proteínas llamadas interleucinas, como la IL-6 e IL-8, que están asociadas con la inflamación y el cáncer, favoreciendo el crecimiento y la propagación de tumores. Además, estas sustancias pueden inducir la muerte celular programada en células de cáncer de estómago. De hecho, un estudio realizado en ratones mostró una disminución del 46,2% en el crecimiento tumoral tras alimentarlos únicamente con patata roja al vapor. Así, dado que este tubérculo es rico en polifenoles, puede frenar la proliferación de células cancerosas.
5. Contribución al control de la presión arterial
La patata roja, al ser rica en antocianinas y potasio, ejerce un efecto antihipertensivo. Específicamente, las antocianinas, como ya se presentó, cuentan con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que protegen las células del daño oxidativo. También ayudan a bajar la presión arterial al favorecer la relajación de los vasos sanguíneos y facilitar la liberación de óxido nítrico, que dilata estos conductos sanguíneos. En cuanto al potasio, este mineral esencial regula la presión arterial al facilitar la excreción de sodio a través de la orina.
Aporte nutricional
Según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, cada 100 gramos de patata roja cruda aportan ciertos macronutrientes y micronutrientes.
Diferencias entre la patata roja y la blanca
En España, el cultivo de la patata roja es más común en Galicia y Castilla y León, lo que la convierte en un ingrediente habitual en muchos platos tradicionales. Al incluirla en tus recetas, es importante tener en cuenta que presenta diferencias significativas en comparación con las variedades blancas. No solo se refiere a su apariencia, sabor y textura, sino también a su contenido nutricional, ya que tiene una mayor cantidad de antioxidantes. Para ilustrar esto, los ácidos clorogénicos y las antocianinas contribuyen notablemente a la actividad antioxidante de las patatas de pulpa roja y morada. La concentración de flavonoides es, de hecho, dos veces mayor en las papas pigmentadas en comparación con las blancas.
Con esto en mente, a continuación se presentan algunas características clave que las diferencian significativamente:
Usos culinarios.
Es importante tener en cuenta que la manera en que se cocina la patata roja puede influir en la biodisponibilidad de sus nutrientes. En efecto, al cocinar este tubérculo, se puede disminuir el contenido de vitaminas C y B6; sin embargo, si optas por la cocción al vapor, podrás aprovechar mejor estas vitaminas.
Como se mencionó previamente, hervir, asar y guisar son las técnicas más adecuadas para preparar este tubérculo. A continuación, te compartimos algunas recetas que puedes realizar en casa utilizando patatas rojas:
– Tortilla de patata y queso
– Patatas con salsa de champiñones
– Patatas asadas con salmón ahumado y queso
– Ensalada de patatas asadas con jamón y salsa de yogur
Aprovecha los beneficios de la patata roja
Como has podido apreciar, la patata roja es rica en antioxidantes, los cuales son beneficiosos para el control de la diabetes tipo 2 y la regulación de la presión arterial. Además, diversos estudios sugieren que podría tener un efecto protector contra ciertos tipos de cáncer, como el de colon y estómago.
Si bien las patatas blancas y amarillas son las más comunes en la cocina, la patata roja puede ser preparada de diversas maneras, ya sea hervida o guisada, para que puedas disfrutar de su dulzura y de sus variados nutrientes.