Las profundas fisuras del proceso de diálogo entre el Gobierno colombiano y el Estado Mayor Central (EMC) de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han quedado en evidencia en la última semana, lo que pone en duda si podrá superarse la crisis que atraviesan las conversaciones o se paralizarán.
Más allá de las recriminaciones propias de un proceso de diálogo, en los últimos días el presidente Gustavo Petro tomó el protagonismo y decretó la suspensión del cese al fuego bilateral con el grupo armado tras un ataque a una comunidad indígena en el departamento del Cauca, en el que resultó muerta una líder del pueblo originario nasa.
Si bien el jefe de la delegación del Gobierno, Camilo González Posso, descartó días atrás que se rompiera el diálogo, reconoció que atravesaba una crisis que ameritaba incluso una reunión extraordinaria.
Sin embargo, la disputa directa entre el mandatario y el líder de la estructura armada es vista por algunos como un obstáculo que terminará haciendo fracasar el diálogo alcanzado.
Petro vs. ‘Iván Mordisco’
La cuerda se tensó más con las recriminaciones del mandatario al jefe del EMC, alias ‘Iván Mordisco’, al que llamó ‘traqueto’ (narcotraficante) y acusó de asesinar a civiles. Sus duras palabras tuvieron eco y fueron respondidas por el cabecilla del bloque armado que lo acusó de haberlos traicionado.
‘Iván Lozada’, como se autodenominó, le recriminó a Petro el supuestamente haber recibido su apoyo en la campaña electoral.
El presidente calentó más la confrontación y pidió que cuando lo capturaran no lo mataran para que pudiera demostrar sus incriminaciones ante la Justicia.
Las acusaciones de ‘Iván Mordisco’ contra el Jefe de Estado generaron críticas en la oposición, que continuamente lo relaciona con los grupos insurgentes, por haber pertenecido al desaparecido M-19 en los años 80.
La senadora derechista María Fernanda Cabal informó en sus redes que había radicado ante la Fiscalía una solicitud de investigación de la campaña del mandatario.
Por otro lado, Pastor Alape, exjefe de las extintas FARC y firmante del Acuerdo de paz de 2016, en una entrevista de Caracol Radio responsabilizó al Gobierno de darle un estatus político a las disidencias de ‘Iván Mordisco’, a las que relaciona con el «tráfico y otros tipos de negocios».
Sobre el fuerte operativo de las Fuerzas Militares que comenzó con la reactivación de las hostilidades en los departamentos del Cauca, Valle del Cauca y Nariño, el también miembro del partido Comunes desestimó su efectividad.
«Iván Mordisco debe estar riéndose de Petro y de las Fuerzas Militares porque no va a ocurrir nada», aseveró.
«Insistimos que el diálogo debe ser estructurado y no se le debe dar escenario político al otro. Se debe mostrar que el Estado tiene fuerza para hacer cumplir lo que se está acordando», exhortó.
- El proceso de negociación entre ambas partes ha atravesado varios momentos de tensión entre las acusaciones del grupo armado contra el Ejecutivo, por supuestamente incumplir con la pactado, y las acciones militares del Estado para garantizar la protección de la población civil en los «bastiones» de ese bloque de las disidencias.
- El llamado EMC no se acogió al proceso de paz que se inició en 2012 y que culminó en 2016 con la firma del Acuerdo final.
- Por ello, se considera como disidencias y no como desertores.