Pensando
El disfrute de lo robado

El sistema de impunidad creado por la connivencia de los políticos dominicanos ofrece una garantía negociada de disfrutar lo robado, una vez consolidados los acuerdos de aposento. La carga impositiva de la población dominicana nutre las apetencias insaciables de un grupo político que, con sus excepciones, no puede legalmente explicar la posesión de sus riquezas. La magnitud del crimen contra los recursos del Estado es despiadada, precisamente por el ingrediente abusivo de la creación de impuestos insostenibles, de cara a un déficit fiscal presupuestario garantizado en el estamento judicial, en el cual tienen diferentes parcelas que acomodan su impunidad. Los casos de apresamientos no son más que fanfarrias, vociferantes mediatizaciones compradas de periodistas de plumas empeñadas, imágenes televisivas muy bien editadas; que desembocan en los centros penitenciarios donde disfrutan de todos los privilegios en menoscabo de la credibilidad y el respeto a los principios que deben sustentar a una sociedad. La coerción de prisión de 18 meses es el jarabe sanador con la puesta en libertad a pesar de sus pecados, y así disfrutar para siempre de todo lo robado. Debemos mencionar los pseudo abogados inescrupulosos que se las ingenian para que el juicio de fondo se vaya “al fondo” de lo más oscuro de la deshonestidad y lo más claro de la desvergüenza. La independencia de la justicia es una utopía y un engaño a los mejores intereses de un pueblo, que siempre ha tenido cifrada sus esperanzas en un sistema donde la ley sea igual para todos.