¿Por qué Sánchez favorece la apertura comercial hacia China? Aquí te presentamos las cifras que respaldan su posición.
En el contexto de la guerra comercial encabezada por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, España ha adoptado una postura notablemente proactiva, dirigiendo su atención hacia la apertura de nuevos mercados, especialmente en Asia, con un enfoque particular en China.
Recientemente, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, realizó una visita oficial a China, donde se reunió con el presidente Xi Jinping. El objetivo principal de este encuentro fue fortalecer el comercio entre ambas naciones y fomentar compromisos de inversión por parte de China en España.
China se ha consolidado como un socio crucial para la economía española, posicionándose como su cuarto socio comercial, solo por detrás de Francia, Alemania e Italia, y su segundo proveedor de bienes, tras Alemania. En 2024, el 10 % de las importaciones españolas provenientes de otros países tienen su origen en China.
Con un claro propósito de equilibrar la balanza comercial, el Gobierno español busca corregir el significativo desfase que existe entre ambos países. En el año pasado, España exportó a China productos por un valor de 7. 467 millones de euros, una cifra que representa apenas un 2 % de las importaciones totales de China. En contraste, el país asiático envió a España productos por valor de 45. 174 millones de euros.
Este déficit comercial, que se ha intensificado desde 2022, se debe en parte a las disparidades entre el tamaño y el crecimiento de las economías de ambos países. En 2023, China reportó un PIB de 17,8 billones de dólares, con un crecimiento del 85,9 % en la década de 2009 a 2019, mientras que España alcanzó un PIB de 1,62 billones de dólares, con un incremento del 18,9 % en el mismo período.
El desfase en la balanza comercial es considerable, según datos de la Fundación Consejo España-China, una entidad sin ánimo de lucro promovida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España.
En el primer semestre de 2024, las principales importaciones españolas desde China incluyeron bienes de equipo, especialmente equipos de oficina (6. 968 millones de euros), otros bienes de equipo (6. 791 millones) y maquinaria específica (3. 734 millones). También se compraron manufacturas de consumo, tales como textiles y confecciones (5. 326 millones), y semimanufacturas, como productos químicos (4. 359 millones).
Por otro lado, las exportaciones de España a China durante ese mismo período se centraron en semimanufacturas, principalmente productos químicos (1. 978 millones) y hierro y acero (61 millones); además de alimentación, bebidas y tabaco, con productos cárnicos (1. 104 millones) y grasas y aceites (158 millones).
Con este panorama, España busca no solo diversificar sus relaciones comerciales, sino también atraer más inversiones chinas, con la esperanza de generar un mayor número de empleos y oportunidades económicas para el país.
La apuesta del Gobierno de Sánchez por fortalecer los lazos entre España y China no se centra únicamente en el comercio, sino que también busca impulsar la inversión china en el país ibérico, generando así empleos tanto directos como indirectos.
Desde 2010 hasta 2023, las empresas españolas realizaron inversiones en China por un total de 6. 207 millones de euros, mientras que las compañías chinas invirtieron en España 5. 176 millones de euros.
En 2022, las inversiones chinas acumuladas en España ya sumaban 11. 347 millones de euros, creando 11. 998 empleos directos. Por su parte, las inversiones españolas en la nación asiática alcanzaron los 4. 761 millones de euros, lo que se tradujo en la creación de 24. 363 empleos.
Es evidente que la diferencia entre ambas naciones va más allá de los números en euros. China es casi veinte veces más extensa que España y cuenta con una población casi treinta veces mayor. A pesar de su notable crecimiento en los últimos años, su PIB per cápita es algo menos de la mitad del español (24. 569 dólares frente a 53. 092). Sin embargo, su tasa de desempleo es significativamente más baja, con un 5% comparado con el 11% de España.
Críticas desde EE. UU.
El viaje oficial de Sánchez tenía como fin profundizar estos lazos económicos en un momento en el que, a nivel global, se busca diversificar socios comerciales ante los altos costos de acceso al mercado estadounidense.
No obstante, la postura del presidente español, quien ha enfatizado en múltiples ocasiones la importancia de estrechar las relaciones con China y otros países asiáticos, así como de promover una acción similar por parte de la Unión Europea, no ha sido bien recibida en Washington.
El secretario del Tesoro de EE. UU. , Scott Bessent, comentó el miércoles que el acercamiento de España a China podría interpretarse “como cortarse la garganta”. En respuesta, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, afirmó que en realidad es EE. UU. quien intenta estrangular a otros países usando aranceles como herramienta de coerción para forzar concesiones. Además, defendió las relaciones entre China y España como un “aspecto fundamental” del vínculo entre China y la UE.