El español Rafael Nadal, número 2 del mundo, se clasificó para la final del Masters 1000 de Roma derrotando en dos sets en semifinales al serbio Novak Djokovic, ex dominador del ránking ATP caído al puesto 18º, este sábado por 7-6 (7/4) y 6-3.
En la final, Nadal se enfrentará al ganador de la segunda semifinal, que mide al número 3 mundial y reciente campeón en Madrid, el alemán Alexander Zverev, contra el croata Marin Cilic, quinto de la clasificación mundial. En caso de que el español levante el trofeo en la capital italiana regresaría al número 1 del mundo, superando al suizo Roger Federer, a una semana de la gran cita anual de la tierra batida, Roland Garros (27 mayo-10 junio).
Era el partido número 51 entre Nadal y Djokovic, pero el primero desde hace un año.
El duelo había generado mucha expectación y no defraudó en el primer set, que fue una batalla de 1 hora y 10 minutos, que se decidió en el ‘tie-break’.
El segundo set fue más cómodo para el mallorquín, que sí impuso su condición de favorito para sacar adelante el partido sin mayores sobresaltos.
“Ha sido una gran batalla”, reconoció Nadal justo tras su victoria.
Nadal, reciente ganador de su undécimo título en los torneos de Montecarlo y Barcelona, había perdido la pasada semana en cuartos de final del Masters 1000 de Madrid ante el austríaco Dominic Thiem, el hombre que precisamente le derribó en esa misma ronda hace un año en Roma.
El español aspirará el domingo a su octavo título en el torneo de la capital italiana, que sería el mejor augurio antes de buscar una histórica undécima corona en Roland Garros.
Djokovic, que se perdió por lesión la segunda parte de la temporada de 2017 y que en febrero fue operado de un codo, continúa batallando para recuperar su mejor nivel.
Su buena semana en Roma, con cuatro victorias, y la batalla que plantó ante Nadal son señales esperanzadoras antes de la cita parisina, aunque siguen existiendo dudas sobre su capacidad para mantener el ritmo en partidos largos.