Aunque los más clásicos son los de carne, los canelones de espinacas son igual de sabrosos y un éxito seguro si te decides a prepararlos. Estamos delante de un plato muy versátil, tanto en su presentación como en los ingredientes con los que se puede rellenar.

Canelones de espinacas para todos los días

Cannelloni es el nombre que recibe este plato en Italia, el que parece ser su país de origen. Este plato es típico de su gastronomía, pero también se consume mucho en Cataluña, otras regiones de España y algunos países de América del Sur, como Argentina o Uruguay.

Se trata de un tipo de pasta ancha y de forma rectangular que se rellena de los alimentos más variados: carne, pollo, pescado o verduras, entre otros. Después se cubre con salsa bechamel y se acaba de tostar en el horno.

Por este motivo, hoy en día se han convertido en un plato de aprovechamiento ideal. Además, no siempre tienen que ir acompañados de salsa y queso, con lo que pueden ser también una comida ligera y refrescante.

En el siguiente artículo detallamos todos los pasos para preparar unos canelones de espinacas con queso bien ricos. Y te animamos a elaborarlos a menudo, pues son tan fáciles de hacer, que se pueden introducir en la dieta habitual.

Ingredientes necesarios

• 16 placas de canelones de 7 x 7 centímetros.
• 300 gramos de espinacas frescas.
• 4 cucharadas de piñones.
• 3 litros de agua.
• 2 dientes de ajo grandes.
• 300 gramos de queso crema.
• 2 cucharadas de aceite de oliva.
• 3 cucharadas de sal.

Para preparar la salsa bechamel es preciso añadir lo siguiente:

• 50 gramos de harina.
• 1/2 litro de leche.
• 50 gramos de queso roquefort.
• 1 pizca de pimienta negra.
• 50 gramos de mantequilla.
• 1/2 cucharadita de sal.

Proceso de elaboración paso a paso

1. Empezar la preparación del plato con la bechamel. Para ello, colocar una cacerola al fuego y calentar la mantequilla hasta que se derrita. Entonces, agregar la harina, mezclar bien y dejar que tome un color dorado (unos 2 minutos). Verter la leche tibia poco a poco sin parar de remover para evitar la formación de grumos. Añadir la sal y dejar cocinar 20 minutos más.
2. Una vez la salsa está espesa, añadir el queso roquefort y un poco de pimienta y dejar que se derrita.
3. A continuación, cocinar la pasta de los canelones. Calentar el agua en una olla o cacerola un poco grande. Añadir la sal y cuando empieza a hervir introducir las placas de pasta de una en una. Es preferible cocerlas en pequeñas tandas para evitar que se peguen.
4. Bajar un poco el fuego y hervir 10 minutos. Retirar de la olla con cuidado, colocar encima de un paño limpio para secar el exceso de humedad y reservar.
5. Proseguir con la preparación del relleno de los canelones de espinacas. Tostar los piñones en una sartén durante un minuto y retirar.
6. Pelar y cortar los ajos en láminas finas y sofreír en la misma sartén con un poco de aceite de oliva. Cuando están dorados, triturar junto con los piñones tostados en una batidora o con una máquina para picar. No es necesario obtener una pasta; solo desmenuzar en trozos más pequeños.
7. Limpiar y cortar un poco las espinacas. Cocinar en la sartén a fuego medio y con un poco de sal. Escurrir bien y triturar en la batidora junto con el queso crema.
8. Después mezclar la pasta de los piñones con las espinacas hasta obtener una masa homogénea. Rellenar con ella los canelones, enrollar y colocar en una bandeja.
9. Bañar con la salsa bechamel por encima e introducir en el horno a 180 grados centígrados hasta que la salsa quede de un color tostado. Retirar del calor y servir.

Beneficios de las espinacas para la salud

Existe suficiente evidencia científica que relaciona las dietas con abundantes frutas y verduras con un menor riesgo de padecer ciertas enfermedades. Esto es gracias a algunos de los nutrientes que se encuentran de forma considerable en los vegetales de hoja verde, como las espinacas.

En su composición sobresale la presencia de fibra, vitamina K y vitaminas del grupo B, betacarotenos y algunos minerales. Pero también cabe destacar otros fitoquímicos, que más allá de una función nutritiva, favorecen un mejor estado de salud.

Efecto antioxidante

Algunos de sus componentes son capaces de neutralizar los radicales libres. Estas moléculas están asociadas con un envejecimiento acelerado del organismo y con el aumento del riesgo de padecer algunas como la diabetes, la arterioesclerosis y los problemas degenerativos.

Regulación de la presión arterial y protección cardiovascular

Las espinacas son una fuente natural de nitratos que, una vez en el organismo, se convierten en ácido nítrico. Según las hipótesis de los expertos, este último puede ejercer un efecto vasodilatador en las arterias, lo que mejoraría la presión arterial.

Por esto, los autores de una revisión de estudios concluyen que el consumo de alimentos ricos en nitratos contribuiría a la reducción de la presión arterial sistólica. Esto sería evidente tanto en mujeres como en hombres sanos.

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Salud ocular

Los betacarotenos, como la luteína y la zeaxantina, son pigmentos responsables de dar color a los alimentos. Aunque, más allá de esto, tienen unas propiedades positivas para el organismo.

Una de ellas está relacionada con los ojos. Los datos muestran que su inclusión en la dieta ayuda a protegerlos del daño ocasionado por la luz solar y a prevenir la degeneración macular y las cataratas.

Disfruta de unos deliciosos canelones de espinacas

Este plato de pasta es una de las variantes más cremosas y tiernas que se pueden cocinar. Además, con un relleno de espinacas se añaden en la dieta todos los nutrientes de esta verdura y los beneficios de su consumo.

Las primeras veces que se cocinan, quizás sea necesario seguir la receta al pie de la letra. Pero se trata de un plato tan fácil, que más adelante incluso se puede modificar al gusto de cada uno.

Si alguna persona es vegana o intolerante a la leche de vaca es posible adaptar la receta. La salsa se elabora con bebida vegetal y sin mantequilla. Por otro lado, se evita el queso tanto en el relleno como en la bechamel.

Al tratarse de un plato acabado de tostar en el horno es preferible comer justo después de cocinar. Para avanzar un poco las tareas se puede tener todo preparado con antelación (incluso el día antes).

Se pueden servir como plato único junto con un postre. Pero también es posible acompañar de un entrante o un segundo plato ligero. De todas las formas, seguro que se va a disfrutar mucho.