Recomendaciones sobre COVID-19 para pacientes cardiovasculares
Actualmente, con la presencia de una nueva y desconocida infección en el mundo, han surgido nuevas dudas acerca de cómo afecta a las personas que presentan patologías previas. En este artículo te contaremos todo lo que debes saber sobre ello.

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Actualmente, existe una creciente preocupación por aquellos pacientes que sufren enfermedades del corazón. El Ministerio de Sanidad Español y diferentes asociaciones, como la SEC (Sociedad Española de Cardiología) y la FEC (Fundación Española del Corazón), han ayudado a establecer recomendaciones sobre COVID-19 para pacientes cardiovasculares y explicar más sobre esta nueva y desconocida infección.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) ha definido ya al coronavirus o SARS-COV-2, que causa COVID-19, como una pandemia. Esto quiere decir que es una infección que está teniendo lugar en muchos países del mundo.
En la actualidad, se desconoce si tener una enfermedad cardíaca facilita el contagio. Lo que sí sabemos es que las personas con enfermedades cardíacas tienen un peor pronóstico. Sin embargo, la edad avanzada continúa siendo el factor que más se relaciona con un pronóstico adverso.
Por todo esto, es especialmente importante extremar las precauciones para disminuir el riesgo de contagio quedándonos en casa. Este espacio recoge información actualizada sobre las recomendaciones para personas con patologías cardiovasculares sobre el COVID-19. ¡Descubre más!
¿Cómo afecta el COVID-19 a pacientes con enfermedades cardiovasculares?
Todas las personas, independientemente de su estado de salud, pueden ser infectadas por coronavirus. Aunque es cierto que las personas mayores y/o con algunas patologías crónicas se consideran un grupo de riesgo, no significa que vayan a padecer la enfermedad ni que, en caso de padecerla, sea grave.
También puede presentarse de manera asintomática, es decir, pasamos la infección sin darnos cuenta, o con síntomas leves. Sin embargo, es importante tomar medidas de control para intentar proteger a estos grupos. Siempre es mejor prevenir que curar.
Cualquier infección produce una sobrecarga .
en el corazón, es decir, le hace trabajar más. De esta manera, si una persona presenta una enfermedad cardíaca o vascular previa, puede empeorar el funcionamiento normal del corazón. El corazón no tiene fuerza para impulsar toda la sangre al resto del cuerpo y esto provoca que se acumule líquido en los pulmones.
El líquido en los pulmones impedirá que se respire con normalidad y que se realice correctamente el intercambio gaseoso. Así, aumentan las posibilidades de que aparezcan complicaciones y se produzca neumonía.
Además, la infección por COVID-19 puede producir daño directo al músculo del corazón, provocando inflamación y comprometiendo su funcionamiento. Esto es conocido como miocarditis y puede empeorar el pronóstico del paciente.

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¿Qué riesgo existe de contraer COVID-19 en pacientes cardiovasculares?
Como es de esperar, el riesgo de contraer coronavirus depende de la exposición de la persona a otras que estén infectadas. Aunque, como ya hemos dicho, se desconoce si tener una enfermedad cardiovascular facilita el contagio, no parece probable.
Por ello, es importante seguir unas recomendaciones para pacientes cardiovasculares sobre COVID-19. El objetivo principal es evitar que aumente el riesgo de sufrir más complicaciones de la infección sumadas a la patología que tenemos previamente.
El factor que más influye en el pronóstico y evolución de personas infectadas por este virus es la edad. Se ve aumentada la vulnerabilidad de los pacientes, ya que nuestro sistema inmune de defensa se debilita. Si a esto le sumas la existencia de una enfermedad crónica cardíaca, el riesgo para la salud es mayor.
Desgraciadamente, el grupo de edad de pacientes por encima de 60 años son más susceptibles a de padecer formas graves de la infección. Especialmente, aquellos pacientes por encima de 80 años son los más vulnerables.
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¿Qué recomendaciones sobre el COVID-19 existen para pacientes cardiovasculares?
En el caso de personas que presenten estas patologías cardíacas o vasculares, el Ministerio de Sanidad ha establecido unas recomendaciones sobre COVID-19 específicas, como son:
- Continuar el tratamiento sin olvidar la toma diaria de la medicación. Ningún fármaco de los que pueda tomar es perjudicial en caso de contagio.
- Es importante tener medicación suficiente en casa y renovar las recetas sin salir de casa. Se puede pedir cita telefónica o por internet con tu médico de cabecera.
- Evitar la ingesta excesiva de líquidos y limitar la sal.
- Cuidar la alimentación: la dieta saludable es uno de los factores más importantes.
- Realizar ejercicios cardiovasculares en casa: caminar, bailar, pedalear… Realiza ejercicios de fuerza, equilibrio y flexibilidad (estiramientos).
- Cuidar el descanso y sueño, para que nuestro músculo cardíaco se recupere durante la noche de un día para otro.

Medidas para evitar el contagio
Por supuesto, se deben conocer bien las medidas generales para evitar el contagio por COVID-19:
- Quedarse en casa: el confinamiento es la forma más segura de prevenir contagios.
- Lavarse las manos a menudo con agua y jabón, durante 3-5 minutos.
- Limitar la actividad social: evitar el contacto cercano con otras personas. Al menos se debe mantener 1 metro de distancia.
- Lavar y desinfectar las superficies sobre las que han tenido contacto varias personas. Se ha comprobado que la lejía es un buen desinfectante porque inactiva al virus.
- Ante síntomas de alarma, consultar con el médico. Si hay síntomas de gravedad, llamar al 112 y a los teléfonos de información sobre COVID de cada Comunidad Autónoma.
- Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado.
- Usar pañuelos desechables y tirarlos tras su uso.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca, ya que las manos facilitan la transmisión.
- Usar mascarilla si se presentan síntomas (tos, fiebre o falta de aire) o si se ha confirmado infección por coronavirus.
¿Qué síntomas debo consultar?
Ante la presencia de signos o síntomas que nos hagan sospechar de una alteración en nuestro organismo, es importante vigilar y consultar con un profesional sanitario. Especialmente, se debe consultar ante la presencia de:
- Fiebre, tos o sensación de falta de aire (fatiga o dificultad para respirar).
- Dolor o presión en el pecho.
- Labios azulados.
- Síntomas gastrointestinales: náuseas, vómitos, diarrea o ausencia de ganas de comer.
- Malestar general, sensación de escalofríos o dolor muscular generalizado.
- Pérdida del gusto o del olfato.
- Cefalea o dolor de cabeza.