Relaciones tóxicas en la televisión: ¿Por qué nos siguen gustando?
Las series quizás nos han fallado, por décadas, a la hora de mostrar relaciones tóxicas en donde las mujeres son las únicas en pagar el precio. Ahora uno de los lanzamientos más recientes de Netflix, Sex/Life, cuenta la vida de una madre y ama de casa, Billie, quien desarrolla una obsesión con su exnovio, Brad.
Mientras el show muestra la dualidad entre su actual vida en los suburbios y su pasado lleno de excesos en Manhattan, rápidamente podemos darnos cuenta de que Brad era un abusador y que además era increíblemente tóxico.
Cuando Billie analiza en retrospectiva esta relación, lo hace a través de un filtro en color rosa, al eliminar la crueldad de Brad de su mente, y disfrazándolo con un punto de vista romántico en donde todo se justifica en la relación de pareja, gracias a la explosiva química que ambos tienen en la cama.
No soy ajena a este sentimiento. Tengo una historia personal llena de romanticismo en una relación que era simplemente tóxica. Conocí a Henry durante mi primer año de Universidad y salimos de forma casual por dos años. Nunca fuimos “oficiales”, pero el amor que sentía por él me consumía, y por mucho tiempo pensé que él “era el indicado”.
Henry era guapo, enfocado en su carrera, bueno en la cama y todo lo que quería en un hombre. Pero él no quería una relación formal y me usaba, a sabiendas de que nunca mi amor sería recíproco. Una noche no llegó a casa. Luego me enteré de que se había reunido con su ex y que había pagado una habitación de hotel para estar juntos.
En el verano de 2019, dejamos de hablar. Pero a medida que nuestro tiempo se alejaba en el espejo retrovisor, yo no podía dejar de pensar en él. Y no recordaba el dolor que me había causado. En su lugar, me encontraba siempre trayendo a mi memoria los buenos tiempos: cuando nos encontrábamos de forma casual en algún festival y me tomaba de la mano mientras caminábamos entre la multitud. O cuando me agarraba y me besaba antes de irme de su departamento por las mañanas. También cuando me dejaba usar su suéter de regreso a casa.
Convenientemente, olvidaba los aspectos negativos de la relación y me enfocaba en una versión romantizada de lo que vivimos.
¿Pero por qué tendemos a romantizar las relaciones tóxicas?
© Foto: Getty Images ¿Era realmente el final que merecía Carrie?
La doctora Sarah Davies, psicóloga y terapeuta, también autora del libro Never Again – Moving On from Narcissistic Abuse and Other Toxic Relationships, nos explica que las relaciones tóxicas comienzan con un periodo de gran romance, regalos y palabras bonitas, así como gestos llenos de amor.
Es muy emocionante y embriagante esa sensación. Esta “bomba de amor” deja a la persona que la recibe con una peligrosa -y falsa- sensación de poder, así como la creencia de que pueden cambiar a una pareja abusiva, infiel y no disponible, en el hombre perfecto.
“Así el tiempo comienza a transcurrir y te das cuenta de que los únicos cambios de tu pareja son para peor”, afirma Davies. “Pero este pensamiento fantasioso te hace enfocarte en lo que tu pareja puede llegar a ser o en cómo puede cambiar; en lugar de hacerte ver la dura realidad”. Al viajar al pasado (a la “bomba de amor”) o al futuro (a lo que potencialmente podría ocurrir), el hecho de fantasear con una situación diferente no te hace ver el presente, y es por esto que justificas su comportamiento abusivo».
Los romances más turbulentos que vemos en las obras de teatro o en las series de televisión tienen mucho de esto. Muchas de nosotras crecimos idealizando las relaciones tóxicas en TV. Pensemos en el Chuck de Blair en Gossip Girl, con sus altos y bajos. Al parecer, la felicidad doméstica no se relaciona al drama apasionante, pero la naturaleza tempestuosa de las grandes historias de amor de la cultura pop de nuestro tiempo quizás nos aliente a pasar por alto las señales de alerta que, realmente, no deberíamos ignorar.
La experta en relaciones y citas, Sarah Louise Ryan, explica a profundidad este problema. “Estos shows no solo normalizan el abuso, sino que también hacen ver muy glamorosas las relaciones tóxicas. Esto puede dar lugar a impresiones negativas, tanto en espectadores vulnerables que atraviesan relaciones tóxicas; así como las personas más jóvenes, que pueden quedarse con esta impresión de lo que significa salir en pareja en un ya complicado contexto de citas en la actualidad”. Nos hemos acostumbrado a ver tantas relaciones no saludables en pantalla, que puede que las consideremos como algo normal, incluso aspiracional.
Y ninguna relación de pareja en pantalla ejemplifica esto mejor que la de Carrie Bradshaw y Mr. Big en Sex and The City. Carrie es una mujer independiente y sexualmente libre, pero cuando Big entra en la fórmula se convierte en un cliché, buscando la aprobación de un hombre que parece carecer de emociones y que la ve como algo desechable.
Él siempre está en el asiento del conductor, diciéndole a Carrie qué hacer cuando pasan tiempo juntos. A menudo es difícil de localizar y no siempre la trata con el respeto que ella merece. Pese a esto, muchas fans de la serie se ven y sueñan tener en sus vidas un Mr. Big, en eso me incluyo.
Es vergonzoso admitir el gran rol que SATC jugó en nuestras vidas y en cómo yo incluso filtré la forma de ver mis relaciones. Sin importar lo que pasara, permanecía siempre optimista, incluso cuando después de él, después de dos años, me dijera que no quería estar en una relación formal; para terminar haciéndolo, pero con otra persona. Y es que tal y como hizo Mr. Big con Natasha en la segunda temporada, yo pensaba que seguramente este chico recapacitaría y regresaría conmigo.
© Jason Howard/Bauer-Griffin/GC Images A lo largo de todas las temporadas, Carrie siempre estaba en balance hasta que Mr. Big hacía de las suyas.
La terapeuta especializada Sally Baker me dijo cuál era la razón. Esas historias románticas, sin importar lo tóxicas que sean, por lo general tienen un final feliz. Tanto Carrie como Blair lograron casarse con sus hombres.
“Les envían este mensaje a las personas de que sin importar lo que hayas tenido que vivir, y sin importar las veces en que te defraudaron o te rompieron el corazón, si puedes mantener el objetivo siempre claro (el de casarte con él) de alguna manera llegarás a tu final feliz”.
Pero la terapeuta es clara en que es necesario pensar en que ocurrirá luego de tu “final feliz”. “Peleaste y luchaste por alguien, así que cuando finalmente los ganaste… ¿Qué tipo de premio realmente representan para ti?”.
© Cortesía HBO Max Cynthia Nixon (Miranda Hobbes), Sarah Jessica Parker (Carrie Bradshaw), y Kristin Davis (Charlotte York Goldenblatt) en el primer episodio de ‘And Just Like That…’ de HBO Max.
‘And Just Like That’ (casi) reúne a nuestras neoyorquinas favoritas
El capítulo uno de ‘And Just Like That’ ha llegado y ver a Carrie Bradshaw, Miranda Hobbes y Charlotte York juntas, una vez más, no podría ser más emocionante.
El reboot de Sex and The City, And Just Like That, puede tener la respuesta a esta pregunta. De acuerdo a uno de los guiones de la serie, que al parecer se filtró, la serie planeaba poner a Carrie y Mr. Big en el medio de un terrible divorcio.
Mirando en retrospectiva mi relación con Henry, en el fondo siempre supe que no era una relación sana. Pero la romantizaba siempre, sin importar lo que pasara, porque la cultura pop me daba esperanzas de que este comportamiento era algo que debía superar, para poder -algún día- tener mi final feliz soñado, tal y como lo obtuvo Carrie.
Ahora sé que la pasión desenfrenada no vale nada si el resto de la relación es insatisfactoria, y debemos alejarnos de la fantasía del amor que vemos en pantalla, ese que lo consume todo, en favor de uno un poco más realista y sano.