Transparencia en medio de la pandemia

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Transparencia en medio de la pandemia

El coronavirus fue declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud el 11 de marzo de este 2020; por lo cual el mundo completo estaría bajo el riesgo de contagio con este peligroso Virus, denominado el COVID-19.

Los gobiernos por sí solos no serían capaces de invertir todos los recursos financieros ni humanos necesarios para combatir este mal. En este sentido, es más necesaria hoy día la solidaridad del Sector Privado, Organizaciones No Gubernamentales o personas físicas individuales.

Ya se ha visto como grandes emporios internacionales han decidido aportar recursos a título de donación, a producir suministros y equipos necesarios para combatir la enfermedad en los hospitales, poner sus generadores eléctricos para apoyar en la manera que sea posible, entre otras acciones, a fin de contribuir a mitigar los efectos de la crisis como parte de la Responsabilidad Social Corporativa. La Federación Internacional de Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha lanzado un llamamiento de apoyo a países vulnerables por 800 millones de Francos Suizos.

La República Dominicana no es una excepción y ya políticos activos han lanzado sus propuestas de ir en ayuda al hacer donaciones de Kits para pruebas rápidas, mascarillas, guantes, gafas especiales de protección y otros, que serán donados a instituciones de carácter humanitario. De igual modo, el Consejo Nacional de la Empresa Privada ha anunciado en primera fase, que “empresarios aportarán RD$263 millones de pesos con el objetivo de mitigar el impacto de la emergencia sanitaria que atraviesa el país por culpa del Covid-19”, en el marco de la Alianza empresarial Sanar una Nación.

Algunos Diputados han ofrecido sus salarios por dos meses, monto a ser utilizado en ayuda a personas a compensar pérdidas de ingresos, a aquellos que no generan ingresos y a indigentes, en sus respectivas comunidades; de seguro vendrán muchas otras acciones de personas que entienden pueden contribuir u otros que crean que es el momento para buscar adeptos desde el punto de vista político, lo cual aunque no lo crean sería un craso error hacerlo en medio de la pandemia.

Entiendo que ahora se hace más que necesario ser transparente en todas las instituciones, ya sea Gobierno (Ley de Emergencias aprobada por el Congreso), ONGs, y cualesquiera otras entidades que reciban fondos para asistencia; porque sería un gran momento para demostrar cuan honestas, transparentes, éticas, diáfanas y creíbles resultaren ser, permitiendo el libre acceso del público a estos informes.

Mi recomendación es que todas estas instituciones realicen un mapeo del área de acción para identificar los futuros beneficiados (hay muchas instituciones con experiencia en eso en tiempo de catástrofes), para hacer esas entregas sin discriminación de ninguna índole, evidenciar con documentación los repartos y presentar un informe financiero auditado por algún Contador Público Autorizado o Firmas de CPA acreditadas. Si así lo hicieran, todas estarán certificadas para recibir más fondos en el futuro y serán reconocidas por la propia sociedad.

Es un consejo sano de alguien que ha estado involucrado en la Ayuda Humanitaria nacional e internacional, desde hace muchos años, por lo que espero no vayan a decir que no hay tiempo porque estamos en emergencia. Las instituciones, sus autoridades, sus empleados y sus voluntarios deben ser honestos a toda prueba y que se les pueda acreditar como tales. La emergencia no acepta excepciones para la no realización de la Debida Diligencia sobre el origen de los fondos recibidos de instituciones, personas físicas o provenientes del ámbito político, por lo que debería elaborarse un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS) a las autoridades competentes, si así fuere necesario.

Esperemos que la indulgencia pedida a nuestro Dios por el Papa Francisco, en nombre de la Humanidad, el pasado 27 de marzo para frenar el avance del Coronavirus se haga realidad y podamos seguir desarrollándonos todos juntos en este mundo Globalizado.

El autor fue Presidente de la Cámara de Cuentas de la República Dominicana.

Por Andrés Terrero A.

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