Una segunda oportunidad para la energía solar
Producir la energía en el lugar que se consume. El autoconsumo vive una segunda oportunidad en España con el fin del llamado impuesto al sol tras los últimos cambios normativos. Endesa había registrado hasta noviembre 118 solicitudes de conexión de autoconsumo en Aragón, una cifra que casi triplica las 39 que se pidieron en todo 2017, según datos de la compañía. Desde el sector fotovoltaico confían en que la reforma que termina con la tasa a las instalaciones y facilita los trámites para las más pequeñas sea el empujón definitivo para un sector que ha estado paralizado tras la reforma energética de 2013. Pero falta todavía un reglamento que concrete las medidas.
El Real Decreto-Ley 15/2018 de 5 de octubre, de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores, incluye la eliminación del llamado impuesto al sol, además de otras iniciativas relacionadas con el bono social y la transición energética. Considera que «el autoconsumo eléctrico renovable es un elemento imprescindible para lograr que el consumidor pueda obtener una energía más limpia y barata». El Gobierno cree que fomentarlo permitirá «disminuir la factura energética con carácter inmediato a los consumidores que lo instalen» y esto reducirá la demanda del mercado mayorista, con lo que se contribuirá a una «contención y disminución de precios», una mejora de las condiciones ambientales y a una reducción de la importación de hidrocarburos. Una apuesta por las energías renovables que está decidida a llevar a cabo el Ministerio de Transición Ecológica que dirige Teresa Ribera. Y que ha supuesto también decisiones controvertidas como el anuncio de que España prohibirá la matriculación de vehículos de gasolina y diésel en 2040, que ha revolucionado al sector del automóvil, en el que el coche eléctrico todavía es muy minoritario. O que han derivado en que Endesa haya confirmado que deja de invertir y cierra la central térmica de Andorra, una mala noticia para la comarca y Aragón.
A la espera del reglamento
De momento, el sector fotovoltaico y los potenciales usuarios están a la espera del reglamento. Hasta ahora, las barreras regulatorias habían desincentivado la inversión en este sector por hacerlo «inviable económicamente», según reconoce el propio Gobierno. El cambio «va a suponer un impulso muy grande, sobre todo para las instalaciones pequeñas y medianas porque se han simplificado trámites», afirma Pedro Machín, presidente del clúster de la Energía de Aragón (Clenar) y empresario del sector fotovoltaico.
El fin del impuesto al sol «va a representar un importante revulsivo al desarrollo y generalización de instalaciones de energía solar fotovolatica», coincide Pedro Luis Rojo, director de Expansión y Desarrollo de Brial, una de las compañías que trabajan en el sector. De las novedades que se introducen destaca «la simplificación de trámites», sobre todo la para las instalaciones que no viertan energía a la red, «el autoconsumo compartido y la desaparición de peajes y cargos». En estas medidasconfía para que se produzca «un impulso y desarrollo muy relevante para el sector fotovoltaico en nuestro país, favoreciendo la disminución de la dependencia energética y permitiéndonos a su vez aprovechar un recurso del que nuestro país es especialmente rico, el sol».
Alemania, líder en fotovoltaica
Pese a que España es uno de los países con más horas de sol, ocupa el décimo puesto en el listado mundial, que lidera China, y el quinto puesto en potencia fotovoltaica instalada de Europa, encabezada por Alemania. En Europa también superan a nuestro país Italia, Reino Unido y Francia. Y la razón la encuentra el sector en la falta de marco regulatorio estable. «En España hemos perdido ocho o diez años porque el tema regulatorio ha paralizado totalmente la fotovoltaica», lamenta Jorge Edo, delegado en Aragón de la asociación de productores fotovoltaicos Anpier, una de las más beligerantes con los vaivenes normativos. En general, este es un mal que se repite en la Unión Europea, reconocen desde la asociación, que apunta que la generación de energía eléctrica a partir de paneles solares crece «a un ritmo lento» entre los socios comunitarios.
En España, la expansión de la energía solar se vivió a partir de 2007, con la aparición de los llamados huertos solares, mientras se aplicó un sistema de incentivos a las instalaciones que vertían la energía sobrante a la red. A partir de 2009 se sucedieron una serie de recortes a las primas a las renovables. Todo ello supuso una reducción media del 25% de los ingresos percibidos por las instalaciones fotovoltaicas durante 2011 y 2012, según repasa el Anuario Fotovoltaico 2018 de Anpier. La medida que más perjudicó a quienes habían confiado en la rentabilidad del sector llegó con la reforma energética de 2013.
Aragón es la octava comunidad en potencia instalada de energía fotovoltaica, con un total de 167 megavatios, entre las instalaciones de todo tipo, desde huertos solares a autoconsumo, según Anpier.Por delante figuran comunidades con más horas de sol al año (2.800) como Castilla-La Mancha,Andalucía y Extremadura, que encabezan el ranking, con más de 500 MW instalados en cada una. Teruel es la provincia aragonesa que disfruta más del sol al año, con 2.724 horas anuales, seguida de Huesca con 2.703 y Zaragoza con 2.583.