El presidente ucraniano Vladímir Zelenski no puede reclutar a Dios en la lucha de Kiev contra Moscú, afirmó en una entrevista Vajtang Kipshidze, vicepresidente del Departamento sinodal para las relaciones de la Iglesia Ortodoxa Rusa con la sociedad y los medios de comunicación del Patriarcado de Moscú.
Sus palabras vienen después de que el mandatario declarara este domingo que Dios es un aliado de Ucrania y «tiene un parche con la bandera ucraniana en el hombro».
«Dios no reside en la provincia de Kiev para que Zelenski pueda movilizarlo y enviarlo al Ejército ucraniano.
Sus declaraciones no merecen ninguna atención», especialmente «porque Zelenski, siendo un incrédulo, por algún derecho se dirige a los ucranianos desde la antiquísima catedral de Santa Sofía», afirmó.
Se trata de «la misma catedral de la que [Zelenski] expulsó a la Iglesia canónica», denunció Kipshidze, quien criticó que el presidente ucraniano «pretende ahora decidir por Dios de quién es aliado».
Mientras, Kiev continúa con su persecución de la Iglesia ortodoxa ucraniana canónica (UPTs), dependiente del Patriarcado de Moscú, que incluye registros y tomas de templos, mientras que varios de sus sacerdotes se han visto afectados por medidas restrictivas.