Tiranía Trujillista: la más cruel y criminal en América Latina
Santiago.-La época de Trujillo se convirtió en la dictadura más cruel y sangrienta de América Latina y el Caribe, debido a los crímenes monstruosos y la violación de los derechos de los dominicanos.
Ulises Polanco, sobreviviente de las cárceles infernales de aquella horrible tiranía, narra acciones desgarradoras ejecutadas por los esbirros trujillistas, quienes destrozaban sin piedad los cuerpos de quienes asumieron con responsabilidad la sagrada misión de luchar por la libertad y la liberación de República Dominicana de ese régimen de oprobio.
“Las celdas, -afirma con nostalgia Polanco- eran centros de torturas, en las cuales se extraían los órganos de los prisioneros con prácticas salvajes e inhumanas, hasta el punto de hacer brotar los ojos, oídos, narices y las uñas”.
Asimismo, destacó los choques eléctricos que destruían corazones, pulmones y el organismo humano en sentido general, porque verdugos al servicio del sátrapa actúan sin piedad.
“Caer preso por razones políticas durante el período l930-l961 significaba encaminarse hacia la tumba, porque las mazmorras eran antesalas de la muerte, porque era difícil salir con vida de las mismas”, precisó.
A su juicio, todo el sistema penitenciario con la famosa “La 40” situada en la carretera Mella de la capital, eran penales de martirios porque los prisioneros políticos se castigaban hasta ocasionarle el fallecimiento.
“Las prisiones era espacios de tormentos, en vista de que los sabuesos de la dictadura actuaban como animales salvajes y usaban todas las armas para desgarrar a personas indefensas e inocentes, debido a que los sicarios las estigmatizaban como conspiradoras, por tanto, las órdenes pautadas eran eliminar a quienes combatía al tirano”, plantea el combatiente antitrujillista.’
“Rafael Leónidas Trujillo fue tan perverso, expone Polanco- que una vez mandó a quemar la Iglesia Católica en San Juan de la Maguana, cuando estaba el obispo Orendi y hacer ver que fue el pueblo, pero fueron los miembros del SIM para justificar la agresión contra quienes luchaban contra la dictadura.
Compañeros de odisea
Ulises Polanco compartió calabozos con otros patriotas, quienes unidos por una misma causa desafiaron al régimen, y con amor patio, arriesgando sus vidas incluso, dijeron enarbolar la bandera de la libertad y la justicia social.
Recuerda a Manuel Aurelio- Manolo- Tavárez Justo, Leandro Guzmán, Pedro González, Aldo Alexander, Gustavo Estévez, Rafael –Fellito- Estévez, Chino Stalin, Félix Cabreja, doctor Miguel Ángel Vásquez, doctor Samuel Arias Vargas, Herminio Lantigua, Hugo Lucas, Daniel Ozuna, José Daniel Ariza, William Gratereaux, Sargento Mejía, Rafael Ventura, Hermanos Perozo, Máximo López, Manuel Yaimal y Andrés Ramón Peguero.
Además, Hermanos Erickson, doctor Antonio Pérez Mera, Moncho Imbertd, Segundo Imbert, Papito Sanlley, Cristóbal Gómez, José Payamps Espaillat, Callejo Grisanty, José Tallaj, doctor Juliau, Hermanos Sánchez Córdova, doctor Manuel Michael, Miguel Antonio Abreu, Hermanos Rodríguez, Papito Bosch, José Escaño, Abelardo Martítez, Rubén Díaz Moreno, Antonio Toribio, Ramón Polanco, entre otros militantes revolucionarios.
“Siento profundo respeto por esos compañeros porque juntos fuimos leales al ideal patriótico que sustentó nuestra acción por la liberación del país de la tiranía sanguinaria”, juzgó.
Una afrenta
Con relación a la candidatura presidencial de Ramfis Domínguez Trujillo, quien es nieto del dictador, proclamó que se trata de una “afrenta” contra los dominicanos, porque él es un remanente de la tiranía que baño en sangre la geografía Nacional.
“Todos los sectores sensatos de nuestra República Dominicano debemos unirnos y lanzar una cruzada contra ese proyecto político, porque aquí no debe haber espacio para un descendiente de Trujillo, porque esa familia es sinónimo de opresión, odio, crimen y barbarie”, aseguró.
Y adicionó “al que cerrarle el paso a un miembro de la familia del tirano, porque jamás se puede abogar por el resurgimiento de un sistema dictatorial, porque aún están sin cicatrizar las heridas, el dolor y el luto que dejó la tiranía en el país”.
Educación
Ulises Polanco sugiere que en escuelas, colegios y universidades de incluye en la educación sobre la historia la época trujillista, a fin de orientar a las presentes generaciones de la crueldad y criminalidad que representó es régimen.
Hay que dialogar con la historia para que niños, jóvenes y adultos adquieran consciencia sobre las torturas y las violaciones que se registraron en los 30 años de la dictadura, puesto que solo de ese modo podrán comprender e interpretar ese pasado de oprobio.
Los pueblos tienen que aprender de su historia, ya que es la manera de rechazar los aspectos negativos y acoger los positivos para instalar un sistema político basado en libertad, equidad, justicia social y el bienestar de la colectividad.
“Es por eso, -subraya Ulises Polanco- que en todos los niveles educativos hay que orientar a la población en torno a las desgracias y las consecuencias funestas que provocó Trujillo, porque es vital por la felicidad, alegría y la convivencia pacífica en el territorio dominicano”.